Los diferentes partidos de la Cámara deben realizar las enmiendas que consideren oportunas al texto, y es precisamente ahí donde comienza el “juego”.El CNTC y las asociaciones que lo componen, tratarán de convencer a sus señorías (los expertos en materia de transportes) de que introduzcan las enmiendas que nos traen de cabeza. En teoría, el periodo de enemiendas debería haber terminado a finales de junio, pero habrá dos ampliaciones más, con lo que la “primera parte” de este partido finalizará a últimos de julio. En este mes, previsiblemente, se producirán varias “comparecencias” ante las mesas, también por parte de la CETM.
Una vez que el texto se apruebe pasará por el Senado, donde se realizarán más cambios (y más labor de zapa, por parte de las asociaciones de transportistas). De ahí nuevamente al Congreso, y esperemos que en noviembre haya final feliz.