
Y es que tal y como comentan desde el Grupo Guillen las matriculaciones de semirremolques han crecido un 36% en 2011 respecto al año 2010 -1.984 unidades más-, correspondiendo un 33% de las mismas a vehículos frigorífi cos. Así, la compañía, y más concretamente Guillén Desarrollos Industriales–GDI (la unidad industrial del grupo) “ha incrementado la fabricación de semirremolques frigoríficos a más del doble que en el año 2010. Por su parte, NEXT-RENT (unidad de negocio del grupo dedicada al alquiler de semirremolques y activos logísticos) ha renovado y ampliado su flota del mismo tipo de unidades dada la gran demanda recibida por parte de nuestros clientes, teniendo la totalidad de flota frigorífica alquilada; incluso hemos tenido mayor demanda de la que hemos podido atender”, explican.
En el caso de Schmitz Cargobull, el año 2011 fue un éxito total en lo que a la comercialización de vehículos frigoríficos se refiere. “Hemos logrado un posicionamiento de liderazgo en el mercado español con un 31% de cuota, con alrededor de 800 unidades matriculadas. El perfil de nuestro cliente está en todos los segmentos de tamaño, desde el autónomo hasta la gran flota. Todos ellos valoran enormemente la calidad del producto en general, gracias a las cualidades del Ferroplast en resistencia y capacidad de aislamiento y el hecho de disponer de un chasis corto que permite más altura de carga, amén de disponer de suelo de aluminio soldado, entre otras características. El cliente comprueba como mantiene las mismas características para mantener el frío desde el mismo momento de la compra hasta su renovación, favoreciéndose de ser un producto muy demandado y valorado en el mercado de ocasión, logrando darle una segunda o tercera vida con idénticas características, y beneficiarse de su valor de recompra”, afirman.
Los equipos de frío, también al alza
Y aunque la crisis económica está afectando a todo el transporte por carretera en general, incluso en un entorno como el actual la gente sigue adquiriendo alimentos, “lo que ha contribuido a mitigar el impacto de la recesión en el sector del transporte de bienes de temperatura controlada en comparación con la forma en la que se ha sentido en el mercado de la carga seca. El cambio más notable que hemos detectado es que los clientes utilizan sus remolques durante períodos más largos, lo que significa que los contratos de reparación y mantenimiento se prolonguen. Sin embargo, la fiabilidad de las unidades de refrigeración y la protección de la cadena de frío son los aspectos más valorados para los profesionales del transporte de mercancías a temperatura controlada. Para ayudarles a afrontar estos desafíos, Carrier Transicold cuenta con la mayor red de centros de servicio de Europa, compuesta por un equipo de técnicos altamente cualificados. Además de la reparación y del servicio de mantenimiento, la asistencia técnica 24 horas es un elemento diferenciador para profesionales del transporte, quienes saben que pueden confiar en Carrier Transicold en cualquier situación y a cualquier hora del día”, explican desde la compañía.
Una industria muy bien encaminada
Con todo, el desarrollo de semirremolques frigoríficos y toda clase de equipos relacionados con este sector de actividad no se detiene, como lo prueba el hecho de que en el Grupo Guillen, y más concretamente en GDI “hemos evolucionado los desarrollos que teníamos tanto del semirremolque frigorífico como de la lona y el furgón paquetero, habiendo establecido unas estructuras estándares modulares, obteniendo compatibilidad de piezas, mayor resistencia de estructuras con menor tara de vehículo (desde 5.900 Kgs. para Lona Corredera, 8.000 Kgs. para Semirremolque Frigorífi co y 7.100 Kgs. para Furgón Carga Seca) y eliminación de productos contaminantes para el medio ambiente (chasis galvanizado y piezas del carrozado en electrocataforesis)”, indican. Por lo que respecta a Equipfred, “estamos trabajando en mejorar la calidad de nuestros productos y del servicio al cliente, así como en la reducción de costes en beneficio del propio cliente”, afirman desde la compañía.
En Schmitz Cargobull por su parte, siguen investigando “en desarrollos que supongan una gran rentabilidad para nuestros clientes, ya sea en en reducciones de combustible, como en lo que respecta a una mejora de la aerodinámica y pesos, sin olvidarnos del respeto por el medioambiente, traduciéndose todo ello en una reducción y mayor control de sus costes de explotación”, aseguran.
Futuro incierto
Así y todo, el futuro se presenta incierto, tanto a nivel general como también en lo que tiene que ver con el sector que nos ocupa. “Las perspectivas para los próximos meses no auguran cambios, se espera que haya una continuidad de la situación actual. Ello siginifica que habrá pocas operaciones de mercado, convirtiéndose las que haya en verdaderas subastas a mejor precio, no teniendo en cuenta en ningún momento la menor tara del vehículo, el menor desgaste del neumático o del consumo de combustible, los menores costes de explotación durante el periodo de vida del producto, el mayor retorno de inversión por menor coste de mantenimiento, etc. Al final, todo se basa en el precio de compra inicial”, indican desde el Grupo Guillén.
Más optimistas se muestran ya para finalizar en Schmitz Cargobull: “en lo que va de año 2012 el mercado sigue repuntando y así se prevé para el resto del año. Quizá en menor medida que en 2011, pero al menos sabemos que este mercado seguirá regular en comparación con otros como las lonas o los basculantes”.