Jueves, 13 Marzo 2025

    Entrevista con el responsable de Relaciones Laborales de la CETM, Miguel Pereira

    Miguel Pereira Miguel Pereira Transporte Profesional

    En los últimos años la negociación colectiva en el sector se ha desarrollado de una forma anómala, los convenios colectivas no se han ido negociando con la suficiente fluidez, debido, entre otros motivos a la crisis y a la espera de la publicación del II Acuerdo General, e incluso a la Reforma Laboral (ha habido tres en los dos últimos años). Miguel Pereira explica las consecuencias de esta parálisis.

    En los años anteriores a la crisis se han pactado incrementos salariales y otras garantías y derechos con demasiada “alegría” –explica Miguel Pereira-, de forma que los incrementos salariales se han negociado muy por encima del IPC. Esta situación cambia a partir de 2008, donde los negociadores empresariales han pretendido la reducción de garantías, congelaciones salariales o hasta rebaja de costes”. La consecuencia es que existen muchos convenios, como el de Cuenca, sin firmar desde el año 2006 y otros con posterioridad hasta esta fecha. En principio no existe mayor problema, porque a pesar de estar los convenios vencidos y denunciados, se mantiene en vigor el contenido normativo, salario incluido.

     

    Llega la Reforma Laboral

    La Reforma Laboral de julio de 2012 –aclara nuestro protagonista- establece un plazo máximo de “ultractividad”, que es como se denomina la situación de los convenios “vencidos y denunciados” mientras están siendo renegociados, de un año, es decir, para los que se encontraban en esa situación antes de la reforma, hasta el 8 de julio de 2013. De no renovarse el convenio, éste decae y pasa a ser de aplicación el de ámbito superior, salvo pacto en contrario. En estos momentos tenemos más de una treintena de convenios que vencen, en principio, en julio de este año”.

     

    Los sindicatos, contrarios a la ultractividad

    En principio, los convenios “vencidos” pasarían a regirse por la normativa superior, es decir, el II Acuerdo General. Sin embargo, el Acuerdo no contempla las condiciones económicas.

     

    Según afirma Miguel Pereira, “los trabajadores no consolidan derechos vía negociación colectiva, porque las normas tienen una vigencia temporal. Esto significa que cuando se renegocia un convenio se parte de “cero”, pues se “dispone” de todos los derechos reconocidos en el anterior. El problema es que ahora el convenio “muere”, es decir, que todos los derechos reconocidos en los convenios colectivos se pierden, algo que nos preocupa a todos, no solo a los sindicatos”.

     

    El Acuerdo General no tiene, como hemos mencionado, contenido económico y tampoco recoge otras materias que sí que han formado parte tradicionalmente de la negociación de los convenios, como permisos retribuidos, complementos de IT, derechos sindicales, etc. En definitiva, pierde una serie de derechos importante, que varían de forma ostensible de una provincia a otra.

     

    ¿Qué proponen los sindicatos?

    Lo primero que plantean los sindicatos –comenta Pereira- es alcanzar un acuerdo a nivel estatal, por el que dejemos sin efecto el plazo máximo de ultractividad para todos los convenios colectivos del sector”. Nuestro interlocutor manifiesta “tener dudas jurídicas de que esto sea viable, a nivel estatal, porque nosotros no somos negociadores de convenios provinciales y no tenemos, en consecuencia, capacidad jurídica para hacerlo. Por lo tanto, nos hemos opuesto. Nosotros siempre y desde el I Acuerdo General, hemos concedido el protagonismo de la negociación colectiva a los convenios colectivos inferiores”. Cabe señalar que las materias reservadas al ámbito estatal contienen temas como la clasificación profesional, el régimen disciplinario, las modalidades de contratación, el periodo de prueba, la seguridad e higiene en el trabajo y la movilidad geográfica; el resto lo regulan los convenios colectivos.

     

    Huelga de transporteLos sindicatos plantean además abrir una mesa de negociación en el ámbito estatal que dote de mayor contenido al II Acuerdo General, al objeto de que la pérdida de vigencia de los convenios no sea traumática para los trabajadores. La CETM podría estar de acuerdo, porque existen unas diferencias muy grandes entre los distintos convenios provinciales y sería una forma de homogeneizar las condiciones y la competencia. El problema, no obstante, es llegar a un consenso para unificar estas condiciones. Pereira cree imposible establecer un salario único en el sector, ya que las diferencias salariales son de más de un 200%. Lo mismo sucede con las dietas, por lo que sería muy difícil llegar a un acuerdo con la parte sindical.

    Los sindicatos quieren también que la patronal haga una declaración por la que los convenios colectivos sectoriales prevalezcan sobre los convenios de empresa, cuando la última Reforma Laboral establece precisamente lo contrario. Si la Ley lo impide, no se puede hacer, al margen de lo que pueda opinar la patronal, quien ya ha manifestado su oposición, afirma Pereira.

     

    ¿Cómo se soluciona el problema con los sindicatos?

    Nosotros podríamos en el Acuerdo General reservarnos otras materias de negociación, como por ejemplo la de la jornada máxima de trabajo”, advierte. No tiene mucho sentido, a juicio de Pereira, que en unas provincias un tiempo determinado se considere de presencia y en otras de trabajo; y no es que se salten la normativa, es que la mejoran para los trabajadores.

     

    Tender a una normativa única

     

    Es complicado, pero habría que tender a establecer una norma única, un único convenio colectivo en todo el país en lo que respecta a muchas condiciones de trabajo. La idea no es nueva, pero el planteamiento sindical pasa porque esa equiparación de condiciones se lleve a cabo utilizando como referencia, para cada materia, las condiciones del mejor convenio. Pereira cree que lo mejor sería buscar una solución para aquellos convenios colectivos que vayan a morir en julio, fortaleciendo el II Acuerdo General en una serie de materias “con lo que se pueda hacer de cara a que esa homogeneización de condiciones vaya progresivamente siendo una realidad, pero nunca hablamos de eliminar el ámbito de negociación provincial; es probable que el tema salarial, entre otros, sea una cuestión de competencia provincial, en vista de las grandes diferencias existentes”.

    La CETM –continúa- no quiere “cargarse” el nivel provincial de negociación, pero precisamente para dar cobertura a esos trabajadores que se quedan sin convenio, apostaríamos por dotar al II Acuerdo General de mayor contenido para que tengan más derechos, reservando materias para el ámbito estatal. No podemos plantearnos bajo ningún concepto que si se acuerda un determinado tema en el Acuerdo General, no se plantee después mejorar éste en los convenios de ámbito inferior, para que no se produzca una negociación en cascada. De lo contrario, jamás se produciría una homogeneización”.

    Los sindicatos –finaliza Pereira- deben tener en cuenta que se están negociando convenios de empresa y además hay gente que se está descolgando de los convenios colectivos, a causa de la actual situación económica. Entonces, si los convenios colectivos van a dejar de ser una referencia válida, ¿para qué nos sirven? Las empresas van a huir cada vez más de los convenios más “elevados”, debido a la crisis, algo que está ocurriendo, y que incluso se está llegando a la deslocalización, instalándose en provincias que tienen un convenio mucho más bajo”.

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