Esto supone un cambio de tendencia respecto a años anteriores, porque el transporte frigorífico no siempre ha sido el que ha tirado de la demanda general…
“Cuando en este país funcionaba todo, el transporte frigorífico no era el que mejor se comportaba, pero cuando la construcción se vino abajo, el frigorífico es el que mejor está aguantando esta situación, dentro de lo mal que está todo el sector, claro está”.
Aún así, ¿cuáles son los problemas que está sufriendo, aparte de la importación?
“El otro gran problema es el precio del combustible, esa es nuestro caballo de batalla y el que nos hace un daño tremendo. En la balanza de resultados, el coste del combustible está llegando al 50% del coste total de una empresa de transporte, y eso hace que sea inviable todo lo que se hace, porque la situación de retorno está muy mal, y una parte de ese transporte que es la exportación no puede asumir el coste de gasoil, sobre todo, y las demás tasas que nos imponen por todos sitios”.
En cuanto a las campañas hortofrutícolas ¿cómo se están comportando?
“Se están comportando con normalidad, son parecidas a las de años anteriores. Hasta ahora no ha habido ningún problema grave (inundaciones, sequías) que haya afectado la producción o la calidad de los productos hortofrutícolas que se planteó en su momento. Incluso el número de toneladas es un poco superior a las de otros años”.
¿Qué tipo de productos están teniendo más demanda?
“En estos momentos, lo que más se está exportando son verduras, cítricos, tomates, pepino, calabacín”.
Hablando del pepino ¿se ha solucionado la crisis que afectó a la reputación de nuestros productos, sobre todo en Alemania?
“Sí, se ha solucionado. Los países europeos han devuelto su confianza en el pepino español y se vende con normalidad. Todo el mundo sabía que el problema no era de España. Lamentablemente, no hemos recibido ninguna compensación por parte del Gobierno. En cuanto a los productores, algo recibieron, sobre todo, los que tenían certificados de haber destruido la producción, a través de cooperativas y asociaciones profesionales. Pero el mundo del transporte, nada. Ni siquiera se admitió a trámite ninguna reclamación”.
En cuanto a las flotas ¿se están produciendo renovaciones?
“Ampliando, salvo alguna excepción puntual, no está ampliando nadie, ni en Murcia, Valencia o Almería, según informaciones que tengo. Sí se está renovando flota porque, el transporte internacional requiere que los vehículos estén en perfectas condiciones, ya que las averías en el extranjero son muy caras y el servicio que hay que dar es muy puntual: no puede haber retrasos. Por tanto, de una manera u otra, hay que renovar la flota. Luego, están la normativa europea con los Euro 5 y Euro 6: cada vez que Europa añade una cifra nueva, nos afecta a nosotros, ya que las tasas de los países que atravesamos suben y penalizan a los vehículos más antiguos y no lo hacen rentable”.
Las euroviñetas y peajes que están imponiendo los países del entorno (Portugal, Francia) ¿cómo están afectando a los resultados financieros de vuestras empresas?
“Debido a la falta de demanda que tenemos en los retornos, es casi imposible repercutir los costes a los clientes. Es una penalización más a nuestro sector, que no está para más penalizaciones, y está muy, muy tocado”.
¿Cómo ve que se va a comportar 2013 para el transporte frigorífico?
“Esperemos que se no parezca al pasado y, sobre todo, que este año no nos haga pensar que 2012 fue bueno. Pero no se está viendo nada de lo que los expertos dicen que la economía mejorará a partir del segundo semestre. Todos sabemos que, unos meses antes de que se vean cambios, el transporte es el primer sector de actividad que lo nota. Y hasta ahora no se está notando nada en absoluto, no se ve que la economía se esté activando. Pero esperemos que cambien, y que cambien pronto”.