
bsoluta confidencialidad; ése ha sido nuestro compromiso, con el claro propósito de desterrar posibles suspicacias y ofrecer plena libertad a la hora de responder. No se trata de una encuesta “científica” al uso, que pretenda márgenes de error mínimos.
Es algo más sencillo: un Sondeo de Opinión que, a nuestro juicio, ofrece credibilidad. Hemos hablado con 148 empresarios de todos los ámbitos (carga general y especialidades); de todas las provincias y de todos los “tamaños”, desde el autónomo que posee un solo vehículo hasta la gran compañía con más de cuatrocientos. Claro que las respuestas a las mismas cuestiones difieren, faltaría más. Por ello hemos seleccionado y analizado las respuestas, en función del tipo de trabajo: carga general y especialidades, y también por el tamaño: pequeñas, medianas y grandes compañías. Pero la primera parte de este Sondeo que publicamos en una Separata Especial engloba a todos los encuestados. El lector descubrirá que las diferencias no son tan grandes (aunque algunas puedan sorprender), pues en esta época de crisis la problemática “acerca” a los profesionales, es común en muchas cuestiones.
No vamos a desvelar todas las conclusiones; queremos que el lector las descubra y las “compare” y analice con su situación profesional. No obstante, sí queremos dar unas pinceladas sobre algunos de los aspectos más destacados de las respuestas, a nivel global.
Como nos temíamos, los resultados económicos del primer semestre del año (la “encuesta” se realizó en el mes de julio y primeros días de agosto), han sido “regulares” para un 43% de la muestra y entre “malos” y “pésimos” para más de un 50% de nuestros protagonistas, quienes en un porcentaje del 46% (autónomos incluidos) se vieron forzados a prescindir de personal. Evidentemente, el índice de actividad ha sido bajo: en un baremo del 1 al 10, más de un 50% ni siquiera alcanzó el número 7, y más de la mitad de los “sondeados” afirmó tener vehículos parados. Sólo un 27% declaró haber adquirido algún vehículo (para sustitución en muchos casos) en los 6 primeros meses del año; pero no llega al 23% los que tienen intención de comprar camiones antes de que finalice el año.
Si hablamos de los precios del transporte, aquéllos a los que sus clientes apremiaron a revisarlos (un 72%), lo hicieron en su inmensa mayoría (88%) “a la baja”; sólo un 12% consiguió subirlos. Y, ¿pagan los cargadores lo suficiente como para cubrir costes? Un 48% afirma que sí, frente al 52% restante que no logra hacerlo, lo cual es muy grave. Las previsiones de trabajo son funestas, pues un 75% declara que estará prácticamente al 50% de su capacidad de trabajo, y la recuperación del mercado no comenzará hasta 2012, según indica la mayoría, aunque existe un porcentaje del 32% que no se atreve a dar una fecha.
Las “tarifas”, la competencia desleal y el incremento de la morosidad son los tres problemas más destacados, y la “flexibilidad laboral” se apunta como la mejor solución o “ayuda” que pudiera ofrecer la Administración, junto con la rebaja del Impuesto de Sociedades y la eliminación del céntimo sanitario.
La capacidad financiera propia ha sido la característica más votada, como premisa para sobrevivir en un futuro inmediato, seguida de una buena gestión comercial y una clientela estable. Sólo un 14% ha apostado por la asociación entre empresas.
¿Aguantará su empresa hasta final del año? Un 10% ha expresado un “no” rotundo a esta cuestión y un 6% dice albergar serias dudas sobre su continuidad en el sector. Ánimo y suerte, queridos lectores, en esta etapa que comienza después de la canícula y el merecido descanso.