
Lo cierto es que han sido las circunstancias, sobre todo la pandemia y sus consecuencias personales y económicas para nuestra editorial, las que han contribuido a retrasar una condición que suele producirse cuando uno tiene ciertos años. Como ocurre en este sector para el que trabajamos, todos (y más si somos autónomos) hemos realizado un esfuerzo para la supervivencia de nuestras empresas, del cual estamos orgullosos.
Creo, no obstante, que la jubilación es un estado, más que físico, mental. No es fácil olvidar más de 30 años dándole a la tecla y a la imaginación, preparando mil cosas (congresos, ferias, entrevistas, pruebas, separatas, catálogos, ediciones especiales, premios…), con absoluta pasión y ganas. Y eso marca; por ello, seguiré engarzado a este mundo del Periodismo, aunque de otra forma.
Quiero decir, por último que, a pesar de los sinsabores y las épocas más duras, he sido feliz, porque he conocido a personas inolvidables, a las que admiro y respeto y con quienes he trabajado siempre con una sonrisa, algo muy importante en esta vida.
Gracias a todos por haber estado ahí y hasta siempre.
Un abrazo muy especial
Javier Baranda
Algunos no deberían jubilarse nunca.
Eres grande.
Un abrazo.
Pepe Morales ( Cater-Kom Internacional)