
Durante el test, el camión Iveco Stralis NP 400 pudo completar sin problemas un recorrido de 530 km entre las localidades de Steyr y de Regensburg, con un único depósito de GNL. Si se hubiese utilizado una tracción eléctrica, este recorrido de 530 kilómetros solo se hubiese podido completar recargando unas cuantas veces.
El sector de la logística está apostando cada vez con más fuerza por el gas natural como solución para reducir el impacto medioambiental y cumplir con unas normativas cada vez más estrictas en términos de regulación del nivel de las emisiones, sin renunciar a un uso eficiente de sus recursos.
El GNL permite ahorrar entre un 20% y un 40% en combustible, con un consumo de hasta un 15% menos que el diésel, y con la ventaja añadida de unas operaciones más silenciosas, ya que el nivel sonoro no llega a alcanzar los 71 decibelios.
Los camiones propulsados por el GNL mejoran la calidad del aire, reduciendo de forma significativa los niveles de emisiones de CO2 y de óxido de nitrógeno, con niveles casi nulos de emisiones de partículas contaminantes.