
Ambas empresas son conscientes de la importancia de la tecnología del hidrógeno en la búsqueda de una movilidad sin emisiones, y de la necesidad de crear una fuerte industria en torno a este combustible.
Esta simbiosis permitirá que la nueva empresa ofrezca, de forma inmediata, una gama única de sistemas de pilas de combustible de hidrógeno para diferentes usos.
Para los vehículos eléctricos, la tecnología de la pila de combustible complementa la de sus propias baterías, especialmente en aquellos casos que requieren un uso muy intenso y una mayor autonomía.
La contribución de Michelin será la actividad de Symbio, filial del Grupo, mientras que Faurecia aportará la experiencia tecnológica en celdas de combustible que ha desarrollado a través de su asociación estratégica con el CEA