Domingo, 09 Febrero 2025

    Un transporte esencial bajo lupa, por Pedro Martínez, secretario general de CETM Animales Vivos

    Pedro Martínez, secretario general de CETM Animales Vivos Pedro Martínez, secretario general de CETM Animales Vivos Transporte Profesional

    El transporte de animales vivos está actualmente en el punto de mira social, siendo cada vez mayores las presiones a las que está sometido. El bienestar animal preocupa, y la opinión pública ha hecho llegar este mensaje al sector de transporte.

    Algo que es entendible, ya que el bienestar animal es esencial para que los animales lleguen a su destino en unas condiciones óptimas, siendo sumamente importante el factor del estrés. Una reducción de este factor en los animales mejora su crecimiento si estos animales se destinan a las granjas, o su calidad de la carne si su último destino son las salas de sacrificio.

    Cierto es que en los últimos tiempos se hacen las continuas presiones sociales sobre el sector y principalmente de diversos grupos animalistas y partidos políticos de la rama verde. Estas presiones provocaron que en el año 2020 se conformara el comité ANIT que hizo un seguimiento de las infracciones cometidas en el transporte de animales. Esto fue el comienzo, ya que dicho comité asignó a la EFSA (European Food Safety Autority) el trabajo de realizar unos dictámenes que tuvieran en el foco la mejora en el transporte de todas las especies animales.

    Tras estos dictámenes surgió la primera propuesta del borrador del futuro Reglamento que vio la luz en diciembre de 2023, que busca derogar al actual Reglamento nº1/2005.

    Un Reglamento que es realista con la realidad del transporte de ganado, pero que tiene ámbito de mejora. Mejoras que si se hubieran dado no se habría abierto el actual debate

    Si el vigente Reglamento se hubiera revisado permitiendo que la responsabilidad de la aptitud de los animales recayera sobre el organizador y no exclusivamente sobre el transportista, seguramente no estaríamos hablando ahora de esto. Pero realmente el abuso de ciertos operadores en los que les importaba más los kilos de carne transportados que el bienestar de los animales han hecho que estemos ahora mismo en esta situación.

    El actual Reglamento debería haber tenido un baremo sancionador disuasorio para los organizadores y/o cargadores, no sobre el transportista, que simplemente hace portes de allí para allá sin tener un beneficio económico sobre el número de animales que transporte, porque realmente cobra lo mismo si transporta 200 cerdos que 180, o 66 bovinos que 60.

    La realidad es que actualmente existe una propuesta que no busca mejorar el transporte animal, sino abolirlo, proponiendo fustigar en gran medida a los operadores involucrados en la cadena logística de esta especialidad, obligando a países como España, que tiene un clima mediterráneo, a trabajar durante meses en jornadas nocturnas gracias a la prohibición de transportar animales a más de 30º ambientales.

    Otro factor controvertido, es la reducción de las densidades dentro de las carrocerías, medida que no ha sido estudiada ni consensuada con el sector y seguramente comprometa la seguridad vial.

    Es increíble que la UE haya sacado una propuesta haciéndose eco de una minoría, y a minoría me refiero a organizaciones animalistas que en la mayoría de los casos buscan que la población deje de consumir proteína animal, proponiendo un Reglamento que no se basa en estudios científicos y que solo expone el punto de vista radical de ciertos miembros de la sociedad, a los cuales les preocupa más incrementar el precio de la carne para hacerla más inaccesible al consumidor. Y como no, no teniendo en cuenta que las medidas propuestas fomentarán el despoblamiento rural y reducirán el bienestar humano.

    Está claro que, sin transporte de animales no hay movimiento, si no hay movimientos no hay granjas y si no hay granjas no hay mataderos, y si no hay mataderos no hay trabajo. Porque la ganadería no solo es el ganadero, el matadero y el transportista, son electricistas, panaderos, carniceros y una lista sin fin de especialidades que entre todas ayudan a fijar empleo en el medio rural.

    Otro punto curioso es la opinión de la ciudadanía que cuando es encuestada sobre el bienestar animal opina que se deben implementar medidas, pero cuando se les expone el coste que supondría para su bolsillo, les molesta.

    Todo el mundo quiere mejorar lo que se le expone, pero cuando se le toca el bolsillo, duele y mucho

    Para acabar me gustaría hacer una reflexión. Y esta parte la realizo desde mi experiencia como padre y como profesional: ¿No sería lo correcto educar al sector para evitar los malos actos en lugar de prohibir? Desde mi punto de vista es mejor educar, disuadir con sanciones a aquellos operadores que lo hagan mal y premiar a quien lo haga bien.

    Ya veremos que deparará el futuro a la especialidad del transporte de ganado, pero lo que esta claro es que somos esenciales y que, si hay mayores restricciones en este sector, el consumidor se acordara cuando el kilo de carne suba. Porque claro, transportando entre un 30% y un 70% menos de kilos animales en un vehículo, no se puede pretender que este no se proyecte el coste en el consumidor final.

    Valora este artículo
    (0 votos)
    Más en esta categoría:
    Saúl Camero

    Periodista con 25 años de experiencia en el ámbito del transporte de mercancías por carretera, es director de la revista Transporte Profesional desde marzo de 2020.

    Además, también es especialista en vehículos comerciales y todo lo relacionado con el mundo “furgonetero”: pruebas, comparativas, técnica, etc.

    Deja un comentario

    Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

    Noticias + Leidas

    Separatas y Monográficos del Transporte

    © 2018 BGO Editores. Desarrollo Área Fotográfica - Juan Caraballo - Revista Transporte Profesional - 91 744 03 95