Casi nos hemos olvidado de la euroviñeta, de los peajes y de todas las amenazas normativas nacionales y europeas que se ciñen sobre el transporte por carretera, es decir, sobre una de las actividades empresariales que más han contribuido al desarrollo de España colocando nuestros productos en especial las hortalizas, verduras y manufacturas en la Europa húmeda y fría.
Muchas son las sorpresas que nos aguardan, tantas que podría decir aquello que oí a la suegra de un buen amigo: que no nos de Dios todo lo que podemos aguantar.
Si escuchamos las ofertas de los mercaderes de lo público ahora que se repiten elecciones, nos sorprenderíamos mucho, no sólo por el incremento de impuestos que todos los candidatos de forma más o menos radical dicen que no les queda más remedio que subirlos por lo derrochones que los otros han sido; los otros, ellos nunca, no obstante ser los que disponen del poder de gastar o no, sino también por esos impuestos camuflados denominados costes regulatorios, que no sólo los soporta el sector financiero, so pena de multas enormes o de expulsión del mercado por dedicarte solo a tu actividad y no tener previsto protocolo alguno sobre qué hacer si sobreviene el día del juicio final, y que consisten básicamente en imponer a la empresa so pretexto de cualquier concepto tótem obligaciones de hacer o de dar, como dirían los abogados, cuyos beneficios reales y cuantificables resultan indeterminados cuando no azarosos respecto a la certeza de su coste o gasto, y no estoy pensando en los seguros, repasen cada uno los costes regulatorios que sus empresas se ven obligadas a satisfacer de la forma referida, o sea, por imposición de BOE.
Por cierto, todavía no hemos configurado, salvo en papel, que lo soporta todo, las autopistas ferroviarias ni las terrestres, ni la unidad logística ni las TILOS (terminales intermodales y logísticas), ni los corredores sin restricciones de circulación para los camiones, ni el tráfico marítimo de corta distancia, salvo la línea Vigo-Saint- Nazaire que como todos sabéis transporta vehículos y carga no acompañada y existe desde hace más de cuarenta años, al servicio de PSA y la gestiona Gefco que es su operador logístico, eso sí, ya consolidado se subvenciona promocionalmente, en perjuicio de una novedad no concurrente, la de Gijón Saint- Nazaire en Rolon Pax, es decir con camiones y camarotes para los conductores, desde el gobierno la fueron poniendo palos en las ruedas para que la línea no caminara, ¿será casualidad?, ¿será que la Sra. Ministra presume de galaica?. Ahora dicen que lo van arreglar todo, daros por didos con la jo.
Viendo este panorama y entre el farisaico buenismo y propósito de enmienda de los mercaderes de boletín oficial y la depresión que nos anticipa el barómetro político, estamos a las puertas de una tormenta perfecta; por ello, a los que les pesque en tierra que pongan a buen resguardo sus buques, refuercen sus amarras y si no enferman o mueren se den por satisfechos y a los que les pille navegando además de rezar van a necesitar como poco de la virgen del Carmen para que no les eche un cabo, sino una estacha.
Revista Transporte Profesional