REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
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En un momento en que la negociación colectiva está en plena recesión (hasta el 31 de octubre de 2010 se ha registrado menos de la mitad de convenios que en todo el año pasado, un 40%), firmar un acuerdo sectorial de ámbito nacional supone todo un éxito. En 2008 se firmaron 99 convenios colectivos de ámbito nacional, y en 2009 se suscribieron 82 acuerdos. En lo que va de 2010, hasta el 31 de octubre, se han firmado sólo 50 acuerdos nacionales, la mitad que hace dos años.
No obstante, y centrándonos otra vez en nuestro sector, lo que resulta indefendidble, y hasta hace poco inadmisible, es que durante años los interlocutores sociales de transporte no fueran capaces de conciliar sus posturas en ninguna cuestión importante, con la excepción del tema de la exclusión de los autónomos de la Directiva de Tiempos de Trabajo, que tan contestado fue por parte de algunas de las asociaciones empresariales presentes en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC).
“En un momento en que la negociación colectiva está en plena recesión firmar un acuerdo sectorial de ámbito nacional supone todo un éxito”
El ejemplo más paradigmático de esta incapacidad de sindicatos y patronales para ponerse de acuerdo en nuestro sector fue, sin duda, el fracaso de la negociación llevada a cabo para transponer de forma consensuada la Directiva europea sobre tiempos de trabajo: el resultado, una transposición que no ha gustado ni a unos ni a otros.
En cierta medida, la consecución de la firma del II Acuerdo General para las Empresas de Transporte de Mercancías por Carretera viene a enmendar el citado fracaso porque se ha logrado encontrar ese espacio común en una materia tan controvertida. Los interlocutores sociales han dado con ese ‘ni para ti ni para mí’ tan necesario en todo proceso negociador.
Pero además, este nuevo acuerdo sectorial estatal pretende suponer, y así lo han expresado ambas partes, un impulso para la modernización de nuestra negociación colectiva provincial ya que, es evidente, presenta síntomas de estancamiento y desfase.
Así que, a pesar del retraso, estamos de enhorabuena. Enhorabuena a las organizaciones empresariales, enhorabuena a los sindicatos y enhorabuena al sector.