El hecho de que Europa haya comenzando su recuperación, mientras nosotros estamos inmersos en el peor momento de la peor crisis de nuestra historia, hace que en estos momentos dependamos aún más de los mercados europeos. En consecuencia, la existencia de un transporte de mercancías que traslade en tiempo y forma estos productos hasta su punto de venta es indispensable si queremos salvar a nuestro país del rescate europeo.
Para ello, primero deberemos ‘rescatar’ al transporte por carretera de las continuas agresiones que la actual política de transportes nos inflige y empezar a prestar atención a las numerosas y hasta ahora olvidadas necesidades de este sector, sostén insustituible y potencial rescatador de la fatigada economía española.