El mundo (los científicos y las grandes corporaciones farmacéuticas) buscan desesperadamente la vacuna contra la Covid19, que no solo nos ayudará a prevenir la enfermedad y a aliviar un sistema sanitario exhausto, sino que ayudará a restablecer nuestra anémica economía, con miles de empresas en quiebra.
No solo hablamos de cadenas logísticas inteligentes, sino de un modelo de financiación que no nos “robe” la cartera como hasta ahora
Todos queremos cuanto antes la tan ansiada vacuna y el transporte no podía ser menos, porque es casi imposible eludir el desastre. Quizás esta “vacuna” no exista para el Transporte, pero el presidente de la CETM, Ovidio de la Roza, cree que hay un camino por explorar, tal y como anunció en la Asamblea General de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM)celebrada en Madrid el pasado 30 de octubre. Nadie nos va a regalar nada, pero en este caso todo indica que el Gobierno está dispuesto a colaborar, porque evidentemente también le interesa este “Plan”.
¿De qué va esto? Simplemente de participar de forma activa en el diseño de la futura Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte. Es decir, intervenir en la redacción de esta Ley, que tiene los componentes vitales por los que ha apostado el Gobierno: el medioambiental, el económico y el social.
No solo hablamos de cadenas logísticas inteligentes, sino de un modelo de financiación que no nos “robe” la cartera como hasta ahora, a base de nuevos impuestos solo por utilizar las infraestructuras; que conserve el régimen de devolución del impuesto de hidrocarburos por el gasóleo profesional; que establezca áreas seguras para nuestros camiones y ofrezca nuevas soluciones para el transporte multimodal, la formación y la digitalización.
La CETM ha sido la única organización empresarial de transporte en dar un primer paso, remitiendo un informe al Ministerio de Transportes en el que estima que habrá que destinar 1.500 millones de euros anuales para la renovación de la flota, es decir, conseguir una transición de la misma hacia nuevas fuentes de energía. Transportes no solo ha elogiado esta medida, porque se fundamenta en datos fiables y contrastados, sino que ha instado a la Confederación (en la clausura de la Asamblea) a plantear y discutir otros temas.
La conclusión no puede ser más obvia: la “vacuna” del transporte pasa por diseñar nuestro propio futuro, impulsando y liderando éste y otros planes, como el de Impulso a la Sostenibilidad para el periodo 2021-2023, tal y como se ha acordado entre el Comité Nacional y Transportes.
Hemos padecido y continuamos haciéndolo una pandemia sanitaria y económica brutal, que en el caso del transporte de mercancías por carretera tiene componentes muy complejos. Nuestras dificultades comenzaron mucho antes del Estado de Alarma del 14 de marzo. Antes de esta fecha bregamos con la Administración hasta conseguir, en julio, tras múltiples negociaciones y la amenaza de un paro, unos compromisos que ahora tratamos de que se cumplan en su integridad.
La realidad está ahí. Los pronósticos económicos de los expertos dan pábulo a la ansiedad: ni un solo indicador (paro, PIB, etc.), posee tintes positivos.
La caída de la inversión, de la confianza de los inversores, es atroz. Adolecemos de un sistema productivo que dé valor añadido a la economía y al empleo. Seremos un sector esencial y estratégico, sí, pero mal valorado por la Administración. Bruselas nos pone como ejemplo del caos político y también sanitario (aunque no por culpa de sus profesionales).
Toda España está confinada y la confusión administrativa es inaudita, tanta y tan contradictoria es la legislación promulgada por nuestras 17 CCAA, además de discordante e incomprensible la interlocución entre la clase política.
Hace tiempo que la incertidumbre se ha apoderado de los ánimos de nuestros transportistas, quienes deberán soportar (ya lo están haciendo) esta segunda ola de la pandemia, sanitaria y económica, aunque jamás cejarán hasta ver cumplidas todas sus reivindicaciones, incluido ese Plan Renove que se nos ha hurtado y una solución real y justa a la Mesa Tripartita entre cargadores, Administración y transportistas, donde el Gobierno pretende que el sector no adopte posturas inamovibles. ¿Acaso conoce exactamente las tropelías que se cometen todos los días contra nuestros conductores?
Hay decenas más de razones, pero todas conducen a lo mismo: hay que diseñar, como dijo el presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), nuestro futuro. Y a eso llámelo usted la “vacuna” del transporte o como mejor prefiera, pero insista. No queda otra.
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