Era necesaria una inyección, no solo de optimismo, sino también económica, después de tanto tiempo perdiendo dinero y de esta obligada y salvaje reestructuración.
Pero la todavía exigua rentabilidad de los balances de las empresas de transporte en el pasado ejercicio se ha debido fundamentalmente a dos factores exógenos, externos a la propia actividad del sector: la espectacular bajada del crudo y la devolución del "céntimo sanitario".
El tercero es, sin duda, el incremento de la demanda, junto con la reducción de la morosidad y, en menor medida, de los plazos de cobro. Son éstas las principales conclusiones del "Sondeo de Opinión" que hemos realizado entre veinticinco empresarios de Transporte de Mercancias, de las organizaciones que componen nuestra Confederación. Pero hay mucho más.
"Por primera vez se insiste en la necesidad de fusiones, más allá de la colaboración"
La necesidad de renovar una flota en muchos casos obsoleta y de atender a un mayor volumen de carga en el transporte, han propiciado un desmesurado aumento de las matriculaciones (un 37,7% en camiones y un 45% en semirremolques). A ello ha contribuido la mejora en las facilidades de financiación, pero no faltan quienes apuntan a un crecimiento que no se ajusta a la realidad, hasta el punto de señalar que sobran camiones y hay escasez de chóferes.
En la parte negativa del balance están los precios del transporte. La mayor parte de nuestros protagonistas han celebrado la bajada del crudo, pero aseveran que la coyuntura ha sido aprovechada por sus clientes para intentar aplicar una rebaja indiscriminada de "tarifas", se haya firmado o no contrato con cláusula de revisión en función del coste del combustible.
De ahí que la mayor parte de nuestros encuestados prefieran una mayor estabilidad en el precio de éste, pues de lo contrario se convierte en un arma de doble filo. Además, se denuncia un desmesurado incremento de los tenders o subastas de carga, por parte de los cargadores, una "moda" ciertamente peligrosa.
¿Qué nos espera en el presente año? ¿Habrá consolidación, crecimiento de la demanda, mayor estabilidad...? Cabe observar que la rentabilidad del 2015 no ha ido pareja con el nivel de actividad y que ya es prácticamente imposible reducir aún más los costes.
Leer Revista Transporte Profesional - nº 359 febrero 2016
Todo el mundo está de acuerdo en que la incertidumbre política puede ser un lastre para el crecimiento.
En consecuencia, se generan dudas acerca del comportamiento del mercado, aunque en términos generales existe un moderado optimismo. Se alzan voces instando a los políticos a pensar seriamente en las necesidades de sus administrados y, por ende, en el transporte, del que nadie parece preocuparse.
De otro lado, se insiste en la perentoria necesidad de establecer alianzas, colaboraciones, fusiones incluso, con la idea de ser más competitivos, ahora que multinacionales y empresas extranjeras se interesan por nuestro sector. ¿Acaso no lo están haciendo nuestros clientes? Difícil empeño, vista nuestra idiosincrasia y el miedo a compartir responsabilidades.
Falta, por otra parte, cultura empresarial y profesionalidad, pues no se ha aprovechado la situación de fortaleza, la favorable coyuntura, para subir los precios.
¿No aprendemos de nuestros errores? Corren nuevos tiempos, en los que la deslocalización y los cambios en la estructura del sector juegan un papel primordial. Seguimos en crisis, porque aún cabalga el fantasma del paro, pero no pocos firmarían por terminar 2016 como2015.