La media de vehículos que se mueven cada año en los cargueros que amarran en Barcelona se sitúa entre los 600.000 y 650.000.
El papel del puerto de Barcelona para la industria del automóvil es esencial, especialmente para las dos marcas afincadas en la Zona Franca, SEAT y Nissan, que lo han convertido en punto clave de distribución de sus productos para llegar a numerosos mercados internacionales.
Los productos son distribuidos desde este puerto hacia todos los continentes, y viceversa, también como punto de entrada para su reparto en el resto de España. Los últimos datos anuncian que en 2018 el puerto de la Ciudad Condal registró una cifra récord con un incremento del 10% en las toneladas de mercancías que entraron o salieron por vía marítima, superando los 67 millones de toneladas.
También cobra importancia como puerto HUB, es decir, aquel al que llegan las líneas navieras de largo recorrido para trasladar sus mercancías a otras de corto recorrido. Por tanto, no solo se distribuyen los automóviles fabricados en España, sino también los que llegan de otros países.