
Para lograr este descenso, la APV ha iniciado la implantación de medidas de reducción de emisiones procedentes de combustibles fósiles y de potenciación de la eficiencia energética en los puertos, como reducir el consumo eléctrico del recinto en 4,5 millones de kWh y disminuir el consumo de gasoil en un millón de litros para el año 2020.
Otra de las medidas es reducir la flota de vehículos de servicio y su sustitución progresiva por vehículos híbridos o eléctricos. Hasta la fecha, la APV ha adquirido dos vehículos eléctricos y ha instalado dos puntos de carga eléctrica en el puerto de Valencia. También tiene prevista la sustitución progresiva de los sistemas de iluminación existentes por lámparas LED así como la sustitución de las luminarias de las grúas por este tipo de tecnología.
Respecto a los combustibles, la APV contempla el uso de combustibles bajos en carbono por parte de las embarcaciones empleados por los servicios náuticos, como los remolcadores y la remotorización de la maquinaria de patio de terminales con motores más eficientes y mayor grado de electrificación.
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