REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
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Por ello, y a falta de menos de tres semanas de que el Brexit sea una realidad, el Reino Unido ha elaborado una guía de preguntas frecuentes que incluye información de todos los sectores afectados, entre otros, el transporte por carretera, teniendo en cuenta el gran volumen de camiones que circulan entre la Unión Europea y el Reino Unido, que superan los 4,5 millones cada año.
En lo que afecta al transporte de mercancías por carretera, la guía deja claro que se establecerán controles aduaneros, lo que obligará a realizar las correspondientes formalidades aduaneras exigidas a todas las mercancías que entren en el territorio aduanero de la Unión desde el Reino Unido o que salgan de él hacia el Reino Unido. Por ello, a partir del 1 de enero de 2021, todas las empresas españolas y del resto de la Unión Europea que deseen importar desde o exportar al Reino Unido deberán disponer de un número de registro e identificación de operador económico (EORI) para sus relaciones con las administraciones aduaneras.
Los conductores profesionales estarán sujetos al control de los requisitos de entrada y revisión del pasaporte, entre otros
Necesaria una autorización CEMT
En lo que respecta al régimen de permisos de conducción y autorizaciones de transporte necesarias para acceder al Reino Unido, la guía establece que dichos temas están pendientes de definir a resultas de lo que pudiera negociarse, ya sea porque se alcance un acuerdo definitivo en los próximos días, o bien porque, a falta de él, ambas partes negocien un nuevo régimen transitorio. En todo caso, el Gobierno británico sugiere la las empresas de transporte la posibilidad de solicitar una autorización CEMT en previsión de que la actual licencia comunitaria europea no fuera válida.
Así, señala “ A partir del 1 de enero de 2021, es posible que se necesite una autorización CEMT u otros permisos adicionales para viajar a la Unión Europea o a través de su territorio. Se deberían solicitar dichos permisos para el caso de que resulten necesarios”.
Para las asociaciones de transporte, la solución planteada por el Gobierno británico es inadmisible, ya que la inhabilitación automática de la actual licencia europea de transporte europea, que permite en la actualidad realizar transportes ilimitados entre España y Gran Bretaña, y su sustitución por la autorización CEMT, limitaría a menos del 10% de los vehículos que en la actualidad operan entre España y el Reino Unido, ya que España tiene concedido un cupo muy limitado de este tipo de autorizaciones bilaterales (en concreto, menos de 800 autorizaciones anuales).
Hay que tener en cuenta que dichas autorizaciones son solicitadas por las empresas transportistas para realizar servicios a países europeos no comunitarios, por lo que, en caso de tener que utilizarse para el desplazamiento al Reino Unido, obligaría a reducir el intercambio comercial con otros países no miembros de la Unión Europea.