El transporte por carretera se encuentra cada vez más afectado por el posible resquebrajamiento del Tratado de Schengen, el que permite que ciudadanos y mercancías transiten libremente por todo el espacio europeo. La Comisión Europea cree que el coste para el transporte de mercancías podría rondar los 3.400 millones de euros.

Sin embargo, las autoridades comunitarias creen que este es un cálculo muy optimista, pues se basa en retrasos de una hora de media, a un coste de 50 euros la hora, como consecuencia de los trámites en el paso de la frontera. La comisaria de Transporte, Violeta Bulc, ha reconocido tener "las manos bastante atadas y no dispongo de demasiados instrumentos".

En las últimas semanas, se han producido retenciones de camiones en controles fronterizos, como en la ruta de los Balcanes hasta Alemania o entre Francia y sus países vecinos, España incluída.

Un representante de la Unión Internacional de la Carretera (IRU), Stuart Colley, ha asegurado que "ya nos hemos encontrado con transportistas que no quieren aceptar carga con destino a ciertos países, sobre todo, al Reino Unido". Colley alertó del problema que hay en Calais, en la frontera continental con Gran Bretaña, donde los migrantes se suben a los camiones, con el riesgo que ello supone para sus vidas.

"Algunos conductores han sido amenazados. Por suerte, no ha habido que lamentar daños personales, pero me temo que es sólo cuestión de tiempo" ha avisado.