Según el último informe sobre la morosidad en las transacciones entre empresas elaborado por la Comisión Europea, unos 6,5 millones de puestos de trabajo podrían haberse creado en Europa si hubiera habido menos retrasos en el pago de facturas a proveedores, asegurando que la eliminación de la morosidad crónica en Italia, Portugal y España reduciría entre 124.000 y 248.000 los cierres de empresas cada año.
En palabras del presidente de la PMcM, Antoni Cañete, “no puede entenderse que no se haya contemplado ninguna medida antimorosidad para conseguir reducir los plazos de pago a proveedores, a pesar de que no tendría ningún coste para los españoles ya que no necesitaría de presupuesto alguno, solo de la voluntad política por atajar una lacra que lastra a pymes y autónomos mermando su competitividad”.