Como se recordará, esta cumbre provocó graves afecciones al transporte por carretera, tanto durante los días de celebración de la reunión como en los días previos, teniendo en cuenta que la frontera de Irún es un paso fronterizo esencial para el traslado de las exportaciones españolas hacia los mercados europeos, por la que transitan más de 10.000 camiones cada día.
En este sentido, cabe señalar que, si bien las autoridades francesas establecieron una serie de prohibiciones flexibles de circulación para camiones, la Policía Foral Vasca aprobó, 72 horas antes de la celebración de la citada reunión restricciones más severas que supusieron, en la práctica, "blindar" la provincia de Guipúzcoa al paso de camiones durante dichos días, tanto a los tránsitos internos como a los internacionales.
Tras las críticas recibidas (entre ellas, la del presidente de la CETM, Ovidio de la Roza, quien señalaba que "no nos merecemos esto"), la policía autónoma intentó suavizarlas 12 horas antes de su entrada en vigor, pero sin efecto práctico, ya que no fueron difundidas por todo el territorio nacional. Tampoco fue posible reprogramar las rutas por parte de los transportistas, lo que, para el Comité Nacional "denota la actuación errática y desproporcionada que llevó a cabo la Ertzaintza durante esa semana".
La postura de Tráfico
Como alternativa, la Dirección General de Tráfico estableció como itinerarios alternativos acceder a Francia a través de la frontera de La Junquera (en Cataluña), lo que suponía para los camiones dar un "rodeo" de más de 1.000 kilómetros para poder continuar su ruta, lo que la propuesta no era práctica para los transportistas que, en la mayoría de los casos, optaron por aplazar el viaje o por estacionar los vehículos en lugares próximos hasta que concluyese la cumbre.
Sin embargo, el director general de Tráfico, en la carta enviada a las asociaciones de transportistas, señala que "a pesar de los inconvenientes ocasionados, entre todos hemos podido minimizar los efectos de vuestra actividad en los desplazamientos por carretera".
No es la primera vez que la frontera de Irún con Francia sufre este tipo de restricciones de tránsito, debido a múltiples causas: movilizaciones sociales en territorio francés, actuaciones de control de la Gendarmería francesa...todo ello ocasiona colas kilométricas de camiones, con las consiguientes pérdidas millonarias a las empresas transportistas.