
Las industrias que conforman este colectivo se plantean la descarbonización como un objetivo incuestionable, para el que el sector necesita apoyos como el anunciado por el Gobierno. Según la Alianza, la transición energética requiere cuantiosas inversiones que deben ser acompañadas desde el sector público para evitar la pérdida de competitividad.
Para la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, el coste de la energía continúa siendo un freno para la competitividad de las empresas de muchos sectores industriales, ya que constituye un factor determinante para la industria en su conjunto -y en concreto para la industria básica- e incluso, para sectores no intensivos.
A la espera de la nueva Ley de Industria
La Alianza valora la medida como un “buen arranque” de la política industrial activa que promete enmarcarse en la nueva Ley de Industria, que comenzará en breve su trámite parlamentario. A este respecto, también considera determinante que “se incorporen medidas de competitividad en el ámbito energético que minoren el coste para los consumidores industriales” y valora la medida anunciada como “un primer paso positivo”.
La Alianza, constituida por ANFAC (automoción), AOP (refino), ASPAPEL (papel), FEIQUE (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), OFICEMEN (cemento), PRIMIGEA (materias primas minerales), SERNAUTO (componentes de automoción) y UNESID (siderurgia), considera que el incremento de estas ayudas públicas es un apoyo esencial que contribuye a avanzar hacia el objetivo de descarbonización, sin comprometer la competitividad del sector, aunque debe ser complementado con otras medidas necesarias para alcanzar este propósito.