Esta operación especial, en la que participan tanto la Dirección General de Tráfico como las policías autonómicas y locales, se realiza de forma paralela en los más de 25 países que forman parte de la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL).

A lo largo de siete días, se comprobará de forma intensiva que conductores y vehículos cumplen con toda la normativa que les afecta: tacógrafo, tiempos de conducción y descanso, excesos de peso, defectos técnicos del vehículo, velocidad, cinturón de seguridad, etc.

A pesar del limitado parque de vehículos comparado con el de turismos, el transporte de mercancías tiene un peso importante en las estadísticas de seguridad vial, debido a su mayor tiempo de presencia en la carretera.

En 2012, el último año del que se dispone de los datos consolidados de la siniestralidad en las carreteras, estos vehículos se vieron involucrados en el 14% de los accidentes con víctimas (fallecidos o heridos). Ese mismo año perdieron la vida 147 ocupantes de camiones y furgonetas, de los que 41 no llevaban puesto el cinturón de seguridad.