
Al parecer, en el arco Mediterráneo, estos condicionantes se están solventando, pero no ocurre lo mismo con la fachada atlántica.
Es el barco el que debe adaptarse a la carretera, como indicó Borja de Torres, presidente de CETM Multimodal y consejero delegado de ACOTRAL. El SSS “es una opción más para mis clientes”, aseguró Carmelo González, director general de la empresa Vía Augusta.
Juan Antonio Alonso, gerente de Transportes Alonso, incidió en este análisis, señalando que en las navieras del Mediterráneo las ventajas están muy claras, pero no ocurre los mismo en el Atlántico. Juan A. Alonso utilizó con profusión la línea Gijón-Nantes cuando estaba en funcionamiento y ha tenido problemas con sus clientes, cuando la compañía gestora, LD Lines, decidió unilateralmente suspender el servicio, antes incluso de que se agotara la subvención pública.
Es ahora el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido, el responsable de reabrir esta línea, que venían utilizando transportistas de Asturias, Galicia y del norte de Portugal, con bastante éxito.
El barco, más rentable
“Existe un problema de concentración de cargas –insistió Borja de Torres-, pues se precisa de una masa crítica mínima para que le barco se llene, incluso cuando se termina la subvención, porque además, siempre será más barato transportar en barco que por la carretera. La prueba es que en Barcelona y Valencia sí hay concentración y el barco es competitivo”.
Enrique Soravilla, director general de Transportes Solazo, es de la misma opinión, “porque no podemos firmar contratos de tres años con nuestros clientes para que antes de que finalicen desaparezcan las líneas.
El problema de las subvenciones
¿Subvenciones al barco o “ecobono” para el transportsita? De una u otra forma, Carmelo González cree que “cualquier negocio a base de subvenciones tiene un recorrido muy corto”, pero como señaló el moderador, Miguel Jiménez, subdirector editorial del Grupo Diario, “sin subvenciones no existiría el transporte marítimo a corta distancia. González argumentó que este problema se solventaría de llenarse los barcos. Para Borja de Torres, “la subvención debe desaparecer o debe coincidir con el volumen de llenado del barco; debe ser una ayuda al principio, como un paso inicial”.
También Juan A. Alonso apuntó que “las subvenciones no pueden ser eternas; está bien que vayan a las navieras, pero hay que estudiar muy bien el proceso, para que no se paralice”.
Miguel Ángel Palomero, presidente del Propeller Club de Madrid (persona que representa al puerto de Barcelona en Madrid), “el volumen influye, así como los costes que hay que pagar al atravesar Francia. En Italia se ha optado por un “ecobono” o subvención al transportista, para que pasara tráficos de la carretera al barco, porque es un poco perverso el que el barco cierre cuando no le interesa el negocio, pero ya ha cobrado la subvención”.
Lo que está claro es que la estructura media de la empresa de transporte en España no permite derivar excesivas cargas al barco, “aunque debemos saber explicar a toda la cadena logística cómo hay que transportar la mercancía y debe ser la carretera quien lidere el proceso de carga”, explicó Borja de Torres, quien incidió en la falta de formación y de información por parte de navieras y puertos, hacia el transportista por carretera.
No cabe duda, por otra parte, de que la política, como afirmó Francisco García, subdirector de La Nueva España, incide de manera importante en la creación y mantenimiento de líneas marítimas. “La Autoridad Portuaria de Gijón y también Puertos del Estado han tenido parte de culpa en este proceso de desmantelamiento de la línea Gijón-Nantes; no se ha luchado en Asturias por este proyecto y veremos lo que ocurre ahora”.
Finalmente, cabe destacar que existe nicho de mercado, si se reabre la línea, que los transportistas por carretera son camaleónicos, que se adaptan a cualquier situación; que hay que ser competitivos en precio y en puntualidad y mejorar en las frecuencias de viaje, así como reducir los tiempos de tránsito. El barco es un medio que interesa a la carretera, pero bajo deterninadas condiciones y con un elevado índice de fiabilidad.