Faconauto ha indicado que la automoción en nuestro país está atravesando uno de los momentos más críticos de las últimas décadas, ya que, a diferencia de otros sectores estratégicos, no ha podido recuperar los niveles previos a la pandemia ni de ventas ni de producción de vehículos y de componentes. Esta situación de debilidad, a juicio de la patronal, se está cronificando, lo que pone en entredicho su competitividad en un momento clave y de transformación como el actual.
“La automoción española vive una de las peores crisis de su historia y no vemos ni a corto ni a medio plazo una mejoría, dado el contexto económico y las propias debilidades que sigue mostrando sector con el desabastecimiento de semiconductores. Por ello, la Mesa de la Automoción, liderada por el Ministerio de Industria, ha de salir de su parálisis, activarse con urgencia, con todos sus grupos de trabajo, con contenido y buscando las medidas de choque necesarias para empezar a revertir rápidamente una situación que está poniendo en peligro la viabilidad de muchas empresas y puestos de trabajo”, ha cometado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
La automoción en nuestro país está atravesando uno de los momentos más críticos de las últimas décadas, ya que no ha podido recuperar los niveles previos a la pandemia ni de ventas ni de producción de vehículos
Mometo excepcional
Faconauto ha recordado que la Mesa de la Automoción se constituyó hace dos años sin que desde entonces haya tenido ni la periodicidad ni el contenido que el momento excepcional requieren. Entre medias, las patronales que la constituyen han venido haciendo propuestas en materia fiscal, laboral o de descarbonización del parque para dinamizar el sector que ahora deberían ponerse en común y ser el punto de partida de los trabajos de la mesa.
Para Faconauto, en este momento, el trabajo prioritario de la mesa debería ser recuperar el mercado, para lo que es necesario situar a los motores de combustión como parte importante del presente y también del futuro de la movilidad de la mayor parte de la ciudadanía. Para ello, habría que lanzar mensajes claros a los compradores, sin renunciar, ha dicho la patronal, a acelerar en el despliegue del vehículo eléctrico.
La patronal ha recordado que las matriculaciones de vehículos cerrarán por tercer año consecutivo alrededor de las 830.000 unidades, más de un 35% por debajo de las contabilizadas antes de la pandemia y con los consumidores sumidos en la confusión respecto a qué tecnología escoger e inseguros por el alza de precios y de los tipos de interés.
En paralelo, la parte industrial de la automoción se está viendo muy perjudicada por los fuertes incrementos de precios de las materias primas, por la escalada del coste de la energía y del transporte o por el desabastecimiento de elementos clave para la producción de vehículos.