Antes de comenzar a hablarles de este Plan, que supondrá una inversión de 17.000 millones de euros, y del citado Programa de Alta Velocidad a licitar por ADIF, la Agencia Ferroviaria del Estado Español, cuyos detalles les serán explicados en la última de las intervenciones programadas, quisiera trasladarles algunos datos sobre el estado actual del sector de las infraestructuras de transporte en España, que les permita situar este Plan en el contexto del conjunto de las actuaciones que venimos desarrollando.
España desde finales de los años 80, e independientemente del partido político que estuviese en el poder, ha venido realizando un importantísimo esfuerzo inversor en materia de infraestructuras de transporte, inversión que en los últimos años ha supuesto en torno al 1.5% del PIB anual. Como país, ese esfuerzo lo necesitábamos y hemos situado a las infraestructuras españolas en una situación de liderazgo y referencia mundial, como a buen seguro ustedes conocen.
A día de hoy, España es ya el país europeo con mayor longitud de red de autopistas y autovías, muchas de ellas como saben explotadas por modelos de colaboración público privadas, en los que algunos de ustedes ya están participando mediante adquisición o mediante alianzas con empresas españolas.
Así mismo, la alta velocidad española es un referente a nivel mundial, como lo demuestra la construcción y puesta en servicio en nuestro país de 2665 km de líneas de alta velocidad, a los que suman otros 2.931 km más en fase de estudio, diseño o construcción.
El próximo 18 de diciembre, con la nueva línea del AVE que unirá Madrid con Valencia, la tercera ciudad española más importante, las 6 ciudades de nuestro país con más de 500.000 habitantes, estarán conectadas a la red de alta velocidad, y casi la mitad de la población estará a menos de 50 km de una estación de esta red. Y nuestros puertos y aeropuertos se encuentran entre los más modernos y los mejor preparados a nivel mundial para atender la demanda de los próximos años.
Estos logros no hubiesen sido posibles sin la capacidad de las empresas españolas que han logrado desarrollar una industria y una tecnología que han cubierto todos los subsectores de los diferentes modos de transporte.
En este punto me gustaría destacar la gran experiencia de las empresas españolas en la construcción, gestión y financiación de infraestructuras, sector en el que son líderes mundiales, pues como saben 6 de las 10 primeras empresas en este ámbito son españolas, y que en buena medida se han convertido en empresas globales a partir del modelo de colaboración público-privada de larga historia en España.
Por otra parte, estas infraestructuras son un destacado factor de competitividad para nuestra economía, visión que comparten todos los partidos políticos tanto de ámbito nacional como regional, por lo que esta estrategia nunca ha formado parte de la contienda política. Es más las únicas presiones giran en torno a la necesidad de hacer más infraestructuras y en ningún caso menos.
El Gobierno de España tiene el firme compromiso de seguir invirtiendo en infraestructuras, como una de las claves que contribuya a mejorar la competitividad de nuestra economía y a combatir los efectos de la actual coyuntura de crisis económica.
En esta línea, dar entrada a la colaboración privada en la financiación de estas infraestructuras pretende:
- Mantener el elevado ritmo de inversión pública para contribuir a la reactivación de la economía y el empleo.
- Favorecer el equilibrio de nuestras cuentas públicas, haciendo que el coste de las infraestructuras lo asuman solidariamente todas las generaciones que las van a disfrutar.
- Asegurar la conservación y el mantenimiento de las todas las infraestructuras incluidas en el plan.
- Y completar nuestra red de infraestructuras viarias y asegurar la llegada de la alta velocidad a la práctica totalidad del territorio.
La entrada del sector privado, nos permitirá canalizar más recursos hacia la inversión productiva en infraestructuras prioritarias a largo plazo, y conseguir la máxima eficiencia en la construcción, gestión y explotación de estas infraestructuras. El Plan es una apuesta conjunta del Gobierno, las entidades financieras y las empresas del sector para reactivar la economía y el empleo.
En esta línea, en el mismo hemos contado con la participación del Instituto de Crédito Oficial de España, del Banco Europeo de Inversiones y de los máximos responsables de la Banca española.
Todas estas entidades han colaborado en la elaboración del Plan y forman parte activa en la definición del modelo de los contratos, que ya estamos comenzando a licitar. Frente a otros modelos de colaboración público-privada empleados hasta la fecha, se ha decidido que el nuevo modelo se base en riesgo de disponibilidad en lugar de pagos por demanda, de manera acorde a los modelos imperantes en los países de nuestro entorno, generando menor perfil de riesgos y mayores eficiencias.
El Plan es por tanto una respuesta ante la oportunidad de generar sinergias entre el Ministerio de Fomento, las empresas concesionarias y de construcción de obra civil y el sector financiero.
Este es un plan de infraestructuras sostenible medioambientalmente porque incrementamos nuestra apuesta por el ferrocarril, al que dedicaremos el 70% de las inversiones, y viable económicamente porque es compatible con el escenario de estabilidad presupuestaria.
Como les decía anteriormente, para diseñar el plan, nos hemos sentado con los implicados, con los concesionarios, con los constructores, con las entidades financieras, públicas y privadas, y con las asociaciones que representan a todos ellos. Nuestra respuesta trata de crear un marco estable para la inversión, unas reglas del juego claras y transparentes para inversores y financiadores y asumibles por el mercado.
Además quiero manifestarles que las principales entidades financieras de nuestro país nos han asegurado su participación en la financiación, dado el gran interés que tienen en este plan.
En línea con lo anterior, estamos ultimando un nuevo modelo de pliegos que busca proteger al máximo la financiabilidad de los proyectos en estos tiempos de escasez de liquidez.
Hemos concebido un plan abierto a empresas de diversos tamaños, grandes, medianas, pequeñas, que estimula la competencia y que moderniza, en definitiva, el modelo concesional en nuestro país.Hoy les presentamos una solución, que si bien no es nueva, si está altamente perfeccionada.
Con este plan vamos a hacer algo más que licitar obras, vamos a garantizar un marco sostenible para la inversión y por ello solicitamos al sector privado que invierta en infraestructuras necesarias para el desarrollo y la reactivación económica de nuestro país y, estamos seguros de que quién lo haga, y lo haga bien, obtendrá beneficios por su inversión.
Vamos en definitiva a tratar de dar una respuesta unitaria al desafío de movilizar 17.000 millones de euros, que licitaremos entre este año y el próximo, en inversión en nuevas infraestructura y conservación.
Por todo ello, creemos que es una gran oportunidad tanto para ustedes que podrían obtener importantes rentabilidades con un riesgo ciertamente limitado, como para nosotros y para las empresas españolas, que podrán tener acceso a nuevos socios que aportarían conocimiento especializado y recursos financieros adicionales.
Finalmente, me gustaría aprovechar esta ocasión para transmitirles el máximo interés tanto del Gobierno como de los propios inversores/promotores españoles en que pudiesen participar, en su calidad de inversores especializados en este tipo de proyectos. Esta participación se podría concretar no solo en las numerosas licitaciones de colaboración público-privada programadas para financiar y gestionar infraestructuras nuevas o mejora de las existentes, sino también para entrar a formar parte del capital y la gestión de concesiones en vigor o para conformar alianzas o sociedades conjuntas, como sabemos que ya se está produciendo."
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José Blanco, ministro de Fomento.