
La prioridad de Michelin, desde el inicio de la epidemia, ha sido la de acompañar a sus empleados y los de sus filiales que pudieran estar expuestos al COVID-19 y estar preparados por si la situación se degradaba.
Michelin ha ido tomando una serie de medidas preventivas de forma progresiva, prohibiendo los desplazamientos, las visitas y anulando las reuniones, formaciones, así como otro tipo de medidas informativas e higiénicas.
Antes de que se decretase el estado de alarma decidió que todo el personal de comercio, Tres Cantos, Illescas y Portugal que pudiera, hiciera teletrabajo.
La fecha de reinicio de las actividades de fabricación se determinará en función del desarrollo de los acontecimientos.