
Dicho crecimiento se asienta en la expansión manufacturera en América, Asia-Pacífico y Europa, así como en un aumento de la demanda de los consumidores. El riesgo de crédito del transporte y la logística se sitúa en niveles elevados en Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Eslovaquia, España, Francia, Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suiza y Turquía.
En los subsectores, el transporte terrestre y el almacenamiento son los segmentos que registrarán los peores resultados, con un 3,7%, mientras que la recuperación del transporte aéreo supondrá un pequeño impulso, alcanzando el 6%.
Esto se debe a que los precios del transporte marítimo en rutas clave han aumentado de forma sustancial, debido a los desafíos geopolíticos como la crisis del Mar Rojo, que han elevado los costes de explotación del sector. Al mismo tiempo, el transporte aéreo de mercancías está beneficiándose del aumento de la demanda y creciente comercio electrónico.
La política arancelaria de Estados Unidos pone en riesgo dicho crecimiento. La Administración estadounidense ha encargado a su equipo económico planes para imponer aranceles recíprocos a todos los países que gravan las importaciones estadounidenses. Aunque el escenario es aún incierto, las posibles medidas de represalia por parte de los mercados afectados podrían impactar al dinamismo del sector, en particular, del transporte marítimo.
Existen otros riesgos, como la volatilidad del precio del petróleo, con un fuerte impacto en los márgenes de las empresas de transporte y logística en todos los segmentos
Por lo que se refiere a la Unión Europea, Crédito y Caución prevé un crecimiento del transporte del 2% en 2025, apoyado en el aumento del consumo de los hogares, que repercutirá en un incremento del transporte marítimo. Por su parte, las exportaciones experimentarán un modesto dinamismo para 2025 y 2026, en comparación con niveles históricos, ante problemas de competitividad a los que se enfrentan los fabricantes mundiales.
Otra de las debilidades del transporte en la Eurozona es el deterioro de las relaciones con Estados Unidos, debido a la nueva política arancelaria de la Administración Trump, que está poniendo en peligro el crecimiento de la economía mundial.