Javier Baranda.- Háblenos de los primeros tiempos del asociacionismo en nuestro país, con la creación de organizaciones como CONETRANS.
Ovidio de la Roza.- El asociacionismo surge a partir de abril de 1977, como parte de una serie de iniciativas de grupos pequeños de personas que pusieron más ilusión que otra cosa en el empeño, porque no había dinero, ni locales donde reunirse, ni estructuras, ni nada de nada, pero sí teníamos muchas ganas de hacer las cosas bien y también muchas esperanzas por parte de un sector que en ese momento 'abría las puertas' para luchar por aquello que entendíamos tenía mayor significación para su intereses.
Todo ello llevó a crear muchas asociaciones provinciales, incluso alguna con carácter nacional, pero al final fue un proceso que, afortunadamente, desembocó en la puesta en marcha de CONETRANS, que quedó como la gran aglutinadora de todas las territoriales.
A partir de ese momento, y una vez consolidada CONETRANS, lo que se hizo fue un proceso rápido para que se sumasen algunas especialidades, en una negociación que tuvo sus complejidades, pero que al final llegó a buen puerto y dio paso con el tiempo a CETM tal y como la conocemos hoy.
En definitiva, fue una época, repito, en la que las cosas se hacían con ilusión, ganas y esperanza. Todo fue estructurándose con el tiempo y todo el mundo puso su grano de arena; incluso hubo socios que hicieron aportaciones personales. Se abandonó el protagonismo personal y se luchó por un frente común.
JB.- ¿Cuáles fueron las principales dificultades que tuvieron durante los primeros años?
OdlR.- Quizás una de las mayores dificultades a las que nos enfrentamos fue pasar de una ley de transporte totalmente obsoleta que databa del año 1947, la cual estaba supeditada a todo lo relacionado con el ferrocarril, a una que recogiese la realidad del transporte de mercancías por carretera de entonces. Costó, porque durante los años 80 hubo un 'parcheo ' continuo con diferentes leyes ministeriales para regularlo -ahí estaban las tarifas obligatorias o las contingentaciones, por poner un ejemplo-, hasta que en el año 1987 apareció la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT). Sin duda fue un gran éxito y un gran paso para el sector, a pesar de que las negociaciones con la Administración fueron durísimas, si bien todo ello luego sirvió para adecuarnos a todo lo que posteriormente vino de la Unión Europea y todas sus normativas. El trabajo, sin duda, fue titánico.
JB.- ¿Cómo ha sido la evolución del transporte de mercancías por carretera durante todos estos años?
OdlR.- El sector en la actualidad no tiene nada que ver a cómo era hace tres y cuatro décadas. Veníamos de un proteccionismo absoluto y nos vimos con una gran liberalización, eso sí, regularizado.
JB.- Ahora ya desde su posición como presidente de CETM, ¿cómo está viendo el funcionamiento, no ya sólo del sector, sino también de la casa y del resto de la asociaciones integradas en la misma?
OdlR.- Desde el punto de vista de la problemática del sector, nos encontramos en una encrucijada por las grandes incertidumbres que se ciernen sobre nosotros; normativas, fiscalidad, relaciones con los cargadores, cuestiones relacionadas con el transporte internacional, los problemas internos territoriales, la deslocalización de las empresas, etc. son cuestiones que están encima de la mesa y que hay que afrontar sin dilación y con valor. Espero que haya Gobierno pronto, y a partir de ese momento afrontar todo ello con contundencia.
Ya a nivel de nuestra organización, estamos en un proceso de cambio generacional, tanto a nivel profesional como de los dirigentes que rigen la Confederación. Pero también en la Administración se está dando esta circunstancia, y espero en este sentido que haya la misma interlocución de hubo en años pasados, que fue muy fluida a todos los niveles.
JB.- ¿Me está diciendo que antes había una mayor implicacion en todo lo concerniente al sector antes que ahora?
OdlR.- Cierto es que el compromiso de los asociados en aquellos años pretéritos era muy alto. Nos jugábamos mucho y todo el mundo participaba en aquello se movía alrededor del sector en mayor o menor medida. En estos momentos, la impresión que tengo es que parece que no hay ni la intensidad ni ese compromiso del que hablo que existía en aquel entonces.
JB.- Es de suponer que desde CETM se está trabajando en revertir esta situacion, ¿no es cierto?
OdlR.- Por ello que desde CETM estamos analizando qué está ocurriendo -la Confederacion está elaborando un Plan Estratégico para tratar este asunto, entre otras muchas cosas- y ver cómo podemos solventar esta situación. Insisto, el relevo generacional se antoja fundamental, lo que traería consigo la mayor participación de los nuevos empresarios de transporte en todo lo que es el sector, para defender los intereses tanto propios como a nivel general; y para esto el trabajo de las asociaciones es esencial, pues de ello depende tener un transporte de mercancías por carretera más competitivo, respetado y valorado.
Por muchos errores que hayamos podido cometer y por mucho que nos hayan podido presionar los cargadores o se apoye desde fuera a otros medios de transporte, la realidad es que somos un sector totalmente imprescindible e imbatible. Debemos tener mucha conciencia de ello, porque es nuestra gran y verdadera arma.
Revista Transporte Profesional