Las relaciones entre políticos y asociaciones de transporte suelen sufrir altibajos, dependiendo del tema que esté de actualidad. Pero si hay un momento en que la clase dirigente intenta contentar a todo el mundo, es la que se vive ahora: la precampaña electoral. Es ese momento en que el que los partidos hacen un análisis general de la situación del país y redacta un programa político acorde a las necesidades del electorado, formado por ciudadanos pero también por empresas y sectores económicos.
En el caso del transporte de mercancías por carretera, hemos hecho un trabajo de recopilación de los programas electorales de los cuatro partidos con mayor porcentaje de intención de voto (PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) para saber qué proyectos tienen el sector, que muchos políticos consideran "estratégico".
Para no dar privilegios a unos y desventajas a otros, hemos ordenado los partidos respecto al porcentaje de votos que consiguieron en las pasadas elecciones de 2011, por lo que empezaremos por el PP, seguiremos con el PSOE y, por primera vez, incorporaremos a los dos partidos que concurren por primera vez a las generales: Ciudadanos y Podemos.
Partido Popular
En el programa del partido que actualmente está al frente del Gobierno no hay un apartado explícito al transporte de mercancías por carretera, pero sí a los emprendedores y trabajadores autónomos, la reforma fiscal (que le afecta de forma directa, por la carga impositiva que tiene el transporte) y la inversión en infraestructuras.
En el primer punto, los populares quieren aprobar un apoyo fiscal de 3.000 euros por la contratación del primer trabajador que no tenga condición de socio de una empresa de nueva creación. También prometen el régimen del Impuesto del Valor Añadido (IVA) para que autónomos y pymes no tengan que pagar el impuesto hasta que se haya cobrado la factura que lo carga.
Además, para las empresas de reducida dimensión, el Partido Popular quiere generalizar la aplicación del 20% en el impuesto de sociedades y extender el ámbito de aplicación del tipo del 25%.
En su programa económico, el PP reconoce que "España tiene graves carencias en aquellas infraestructuras con un impacto más directo sobre la capacidad del tejido productivo, como son las relacionadas con la logística y el transporte eficiente y sostenible de mercancías".
El objetivo es mejorar la interoperabilidad del sistema español de transportes con las redes europeas "para posicionar mejor a España en la economía global como plataforma logística internacional. Priorizaremos las conexiones transfronterizas e impulsaremos el transporte ferroviario de mercancías, mejorando su conexión con los puertos, plataformas y nodos logísticos para alcanzar una intermodalidad eficiente y fiable".
En el apartado de la carretera, su idea es acometer planes específicos de mantenimiento y mejora de la red de carreteras del Estado que incorporen la introducción de nuevas tecnologías, como los sistemas inteligentes de transportes. También pretenden regular la obligatoriedad de todas las administraciones de actuar para suprimir los puntos negros en aquellos tramos identificados como de concentración de accidentes.
PSOE
A falta de un programa político definido, los socialistas han diseñado un plan económico con propuestas de tipo fiscal, laboral, con un apartado específico para pensiones e infraestructuras.
También quieren subir el salario mínimo interprofesional hasta los 930 euros, el 60% del salario medio, en dos legislaturas.
En cuanto al transporte, el Partido Socialista aboga por potenciar las conexiones intermodales, sobre todo, entre ferrocarriles y puertos, así como primar el mantenimiento de las obras sobre la nueva construcción.
En un plano más general, los socialistas quieren ayudar a crecer a las pymes "pues con más tamaño exportan e innovan más, son más productivas y generan más empleo" explican en su programa. Además, creen que "no se puede seguir compitiendo a base de bajos salarios. La apuesta debe ser mejorar la productividad con capital tecnológico y humano para competir en valor añadido, en innovación y en crecimiento".
Ciudadanos
El partido nacido en Cataluña para contrarrestar la fuerza nacionalista y secesionista se presenta por primera vez en las elecciones generales tras los buenos resultados cosechados en los comicios catalanes y europeos.
Aunque no cuenta en su programa con un apartado especial dedicado al transporte, sí hace referencia a temas que están muy relacionados con él, como las infraestructuras o el régimen de módulos. En el primer caso, sostienen que "la estrategia de infraestructura pública debe priorizar criterios de desarrollo económico, sin olvidar otros como la cohesión territorial. Los planes de infraestructuras tendrán, como principio básico, invertir sólo en aquellos proyectos que generen una rentabilidad social que supere el coste de oportunidad de los recursos utilizados, en términos coste-beneficio".
Añaden, además, que "la interconexión ferroviaria y por carretera con los mercados europeos a través de Francia debe ser una prioridad. De manera especial, debe impulsarse la conexión del transporte intermodal para que puedan confluir de forma eficaz el transporte aéreo, el marítimo y el terrestre. Asimismo, debe potenciarse el transporte ferroviario de mercancías".
En cuando al sistema fiscal, Ciudadanos propone modernizarlo mediante "la eliminación o una reforma en profundidad del régimen de módulos que lo limite exclusivamente a operaciones con consumidores".
Podemos
El partido que lidera Pablo Iglesias ha definido su proyecto político como "el programa del cambio". Como el resto de organizaciones políticas, este grupo se refiere a las infraestructuras, sobre las que promete reorientar las inversiones en las distintas comunidades autónomas, "desde aquellas relacionadas con el transporte por carretera hasta infraestructuras productivas y tecnológicas que posibiliten la transición hacia el nuevo modelo productivo: infraestructuras energéticas y de transporte, pero también de telecomunicaciones y suministro de agua".
Como particularidad sobre el resto de formaciones, Podemos sí tiene un apartado especial al transporte en general y a la carretera en particular, sobre el que afirma que "la rentabilidad social y ambiental ha de ser un criterio básico en la planificación, construcción y gestión de las infraestructuras. Por eso aboga por aprovechar las condiciones de capilaridad que la carretera ofrece, mediante la mejora de las redes viarias de las zonas rurales".
Además, añade que "los servicios de transporte público deben tener preferencia en el uso de la infraestructura viaria. Se fomentarán políticamente y, en la medida de lo posible, también legislativamente".
Asimismo, Podemos quiere mejorar el papel de los servicios de transporte de mercancías por ferrocarril, incrementando la cuota modal hasta alcanzar la media europea (2,59% en España frente al 11% en la UE).
Dumping social
Aunque en otras elecciones tuvieron cierto peso, en los últimos comicios han sido relegados a puestos minoritarios. No obstante, hay partidos que siguen teniendo representación en la Cámara Baja y el Parlamento Europeo.
La eurodiputada de Izquierda Unida, Paloma López, ha rechazado el informe de la Comisión de Transporte del Parlamento Europeo (presentado recientemente en Estrasburgo), debido a la falta de críticas a las políticas comunitarias para el sector. En su opinión, "no contienen respuestas adecuadas para luchar contra el dumping social".
López ha reclamado a la Unión Europea que se tomen medidas contundentes contra esta práctica, ya que "los transportistas no son meros proveedores de servicios, ni pueden quedar al margen de las normas laborales". En su opinión, la publicación en 2011 del Libro Blanco del Transporte, en lugar de poner una marcha una estrategia de futuro para alcanzar un sistema de transportes competitivo, lo que ha traído ha sido "liberalizar el sector y eliminar, por la puerta de atrás, la normativa laboral, lo que ha provocado que los trabajadores del transporte se vean expuestos a una creciente situación de dumping social".
Revista Transporte Profesional