Manuel F. Rouco, Y ahora qué

Jueves, 13 Marzo 2025

Opinión

Por Manuel F. Rouco 08 Febrero 2016 0

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Manuel F. Rouco Opinión

Hace unas horas que se ha conocido el resultado de las elecciones generales y tras los imputs provenientes de los tertulianos asiduos a los diferentes medios audiovisuales, de todo color y condición, en las que se barajaron las distintas combinaciones posibles a efecto de formar el nuevo gobierno que regirá nuestros destinos durante los próximos años o quizás meses, mi preocupación se va a ceñir sobre dos temas, uno el de las pensiones que como pensionista me atañe y otro no menos importante, por haber sido mi profesión a lo largo de los años de mi vida activa: los transportes.

Comenzando por este último y, a pesar de ser reiterativo, señalo que ésta ha sido una legislatura perdida, con grandes enunciados pero de poco desarrollo, incluso en el tema tan debatido durante estos últimos meses como es el de las Masas y Dimensiones de los camiones y tengo serias dudas que se lleve a buen término, quedando pendiente para la consideración o no del nuevo gobierno.

Pasando a los Corredores Ferroviarios tengo el convencimiento de que en el caso, más que probable, que nos gobernase un conglomerado de partidos de izquierdas y separatistas, destinarán los recursos al ferrocarril, por supuesto público, y seguirán masacrando a la carretera con mayores impuestos y limitaciones ora de competencia, ora de ecología, ora de acceso al mercado... y así hasta agotar "la gallina de los huevos de oro" que de tanto que la esquilman, terminan matándola, así que al final ni oro ni huevos.

Podría ocurrir también, queridos lectores, que la cosa se decantase por la teoría "del pajarito" ese presidente inspirado desde los cielos en los que no creen por el golpista venezolano, Chaves, gran pontífice del "exprópiese" y financiador de políticos noveles aspirantes a quebrar España e imponer el bolivarismo, con ello se acabarían los problemas y preocupaciones sobre precios, cargas sociales, demoras, peajes, viñetas, gasóleo, sanciones, tiempos de espera, etc, etc, etc... todo sería transformado, se decretaría la desaparición de los problemas convirtiendo en empleados públicos a todos.

Lo que tendría seguidores y jaleadores, pues es la aspiración fomentada por la demagogia: un empleo público. En fin, para muchos estaría bien, salvo que se tratase de entregas de pagarés que tuviesen el valor de los "belarminos" (moneda de curso legal en Asturias durante la revolución de 1934), que a la postre solo sirvieron para algunos coleccionistas del rastro de Madrid.

Y por lo que respecta a las pensiones, como pensionista que soy, espero no tener que llegar a constituir una Asociación de damnificados, ni mucho menos verme en la tesitura de acudir al Congreso con una pancarta o, llegado el caso, escopeta de caza, pues es preferible morir luchando por la vida que morir de inanición. Todos piensan que "Uropa" impediría tal desaguisado, pero teniendo en cuenta el kilo por metro cuadrado de salva-pueblos y salva-patrias que viven del presupuesto defendiendo a uno o a la otra y que al final sólo saben invocar la teoría de la desamortización de Mendizábal, que no solamente se nacionalice el transporte sino que además se requisen los bienes de la Iglesia y se reparta entre los pobres. Quitar para distribuir tras las quitas oficiales. Nunca crear, producir, eso no, que da colesterol y efecto invernadero.