Decía que tal dualidad es la única producción de los sufridores padres de la patria en tres meses de legislatura, amén del mercadeo sobre el quién da más y quién quita menos; quién hundirá a España en la sima de la infamia, quién la hará explotar por los aires. Y luego la consabida subasta y el tú más: que si adelantarán la jubilación, que si la atrasarán hasta pocos días antes del féretro; que la margarita del salario mínimo y la reforma laboral pendiente del sí, o del no; que la caja de la Seguridad Social está que no aguanta un asalto más; el déficit público y su pena, la deuda pública que a más a más, que si derrochón y manirroto Zapatero-I más el Zapatero II, que éste quién es, pues miren, miren el volumen de deuda pública y lo sabrán enseguida; la tercera vía dice que las autonomías son más gastonas, hombre, ya se empieza a hablar de otro gran sumidero, claro, a la fuerza ahorcan, resulta que todavía hay grados peor que la basura.
Y nuestras pymes y trabajadores cómo canalizan estos problemas socio-económico-laborales. Na, tonterías, no son problemas. Las preocupaciones de los trabajadores en una España que empieza a remontar con retardo la crisis y con la cifra de parados más alta de Europa (creo que solo nos gana Grecia), la preocupación es, atentos señoras y señores, el derecho a decidir, lo identitario, UGT, dixit. Y empieza a hacer arrumacos con Esquerra Republicana de Cataluña, y asturiano para más señas. Creo que estamos a falta de cinco minutos para el desiderátum, si Dios no lo remedia, porque Alá parece que no está por la labor.
Opinan los analistas que los electores no quieren otras elecciones, sería malo para España, sentencian. Y tienen razón, se vota para que se actúe, no para que se especule. Pero tranquilos, que quien de verdad, de verdad, pero de la buena, lo que realmente tienen el miedo a repetir elecciones son el miedo a perder el escaño conseguido, el hacerse con el sueldo público, que siempre está ahí hagas lo que hagas, poco o mucho, bueno o malo. Es igual. Y como los intereses creados tienen más fuerza que la gravedad, Don Jacinto Benavente consigna, la canonjía pública garantiza que será muy difícil que estos diputad@s renuncien al pájaro en la mano...
¿De verdad creemos que estar sin gobierno una temporada es tan catastrófico? Ni mucho menos, a saber: no ha habido ningún gobierno que no ordeñase el bolsillo del ciudadano. Y qué decir del transporte de mercancías por carretera que consume producto petrolífero gravado con impuestos hasta el desfallecimiento, pero no se pierdan las sanciones, las restricciones a la circulación, donosa manera de quebrar la productividad de los vehículos, bien con nuevos impuestos, restricciones, sanciones, impuestos a los carburantes; por cierto, tan amarrador y solidario el gobierno que después de la sentencia del Tribunal Supremo en relación al céntimo sanitario, se resiste a devolver lo indebidamente sustraído, otros lo llaman robado, hurtado, poniendo trabas a su devolución, etc. etc.
Dicho lo cual, al menos durante el tiempo que el gobierno esté en funciones, no podrá poner nuevos impuestos, ni tocarnos más las pelotas con el más difícil todavía o más madera al sector; por todo ello, al menos el transporte disfrutará de un periodo de tranquilidad que si tenemos suerte durará unos cuantos meses, de lo malo se ocupará el revolutum de los mercaderes de lo público.
Revista Transporte Profesional