"Nos dedicamos a la exportación e importación y, de momento, no tenemos muchos problemas" asegura. "Ahora, que esta es la temporada de los frigos, la importación de Francia a España, para nuestro trabajo es más delicado, sobre todo por el tema de los precios. Nos cuesta conseguir retornos porque tenemos unos camiones muy específicos, con remolque. De momento se está haciendo bien y no tenemos problemas, pero hay alguna que otra semana que se nos complican los viajes por este tema".
Marzo suele comportarse bien en su negocio: "es un mes fuerte. Nos dedicamos a la hostelería industrial y, antes del verano, es nuestra época de campaña. Para nosotros es un mes bueno. Tal es el caso que este año, que la semana santa ha caído en marzo, no hemos parado. Salimos el jueves, como un día normal, y no hemos tenido problemas de trabajo. Tampoco nos han afectado las restricciones a la circulación, aunque el año pasado sí. Nos ha coincidido bien".
La bajada del precio del gasóleo les ha supuesto un pequeño alivio, pero también el reclamo de los clientes a que bajen el precio del transporte: "sí, nos ha llamado algún que otro cliente para que bajemos los precios. Curioso, porque cuando estaba el gasóleo caro, nadie llamó para subirme el precio del transporte" comenta. "Es el problema que hay siempre, y no veo unión en este sentido".
Para una empresa como la suya, los planes de las autoridades comunitarias de derogar el Tratado de Schengen, que cerraría de forma provisional las fronteras entre Estados miembros, sería un problema: "hace dos meses teníamos un camión en Inglaterra, y tardó ocho horas en salir de la periferia de Londres al puerto de Dover (frontera por mar con Francia). Los controles a los que se ven sometidos los vehículos (camión por camión) demoran los tránsitos y se traduce en tiempos de espera y retrasos".
Revista Transporte Profesional