Y llega al cargo consciente del momento de dificultad que atraviesa el sector, pero con ganas de empezar a trabajar para intentar revertir la situación, tal y como reconoce en la siguiente entrevista.
- ¿Cómo ve usted el sector en estos momentos y cuáles cree que son los problemas más significativos que ve en el mismo?
- "La situación es crítica, sobre todo en lo que respecta al ámbito de los autónomos. La gente lo está pasando muy mal, hasta el punto de que en nuestra región han desaparecido entre el 15 y el 20% de los pequeños empresarios. Y es que no se puede repercutir el incremento de costes a los clientes debido al exceso de oferta de transporte existente en la actualidad.
Precisamente la constante subida de los costes, no ya sólo en lo que respecta al precio del gasóleo, sino también los laborales, de mantenimiento de los vehículos, etc. cada vez nos están presionando más. Ello está trayendo como consecuencia un progresivo “achatarramiento” de la flota, en tanto que, salvo honrosas excepciones que están invirtiendo en vehículos, en lo que significa todo un acto de valentía –por ejemplo en cisternas, pues los tienen que hacer por obligación con sus propios clientes-, la gente no se está moviendo".
- Lógicamente la actividad ha bajado, en tanto que el consumo también lo ha hecho. En este sentido, ¿cómo está evolucionado dicha actividad en Castilla-La Mancha?
- "Está claro que la productividad no está siendo la que nos gustaría y eso que el transporte de mercancías por carretera representa las “arterias” de la actividad productiva y si la actividad está bajo mínimos, nosotros también.
Bien es cierto que ahora parece que repunta un poco, pero ocurre que cuanto más trabajo parece que tenemos, esa imposibilidad de repercutir costes a nuestros clientes hace que el diferencial entre los gastos y los ingresos cada vez sea más pequeño, hasta el punto de que muchas empresas están trabajando con pérdidas".
- Es de imaginar que en su región también están sufriendo en todo lo relativo a la morosidad, tanto desde el punto de vista genérico como en lo que se refiere al alargamiento de los plazos de cobro…
- "Siendo un problema muy grave el alargamiento de los plazos de cobro, lo peor de todo es el tema de los impagos. Está claro que se está incumpliendo la Ley de Morosidad constantemente. Los juzgados están saturados y como la picaresca española vuelve a estar en auge, la gente juega mucho con dicha saturación, con lo que van quedando impagados y “cadáveres” por todos lados".
Carlos Ramón Marín, presidente de FETCAM
- Toda esta problemática, ¿se agrava por la idiosincrasia propia de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha?
-"Prácticamente es idéntica. Hay que reseñar que nuestra región es una gran zona de paso, y ahora más con las nuevas autovías que se han hecho últimamente, queriendo decir con ello que el sector del transporte es muy importante, con lo que la casuística que se da aquí es la misma que la del resto de España. Eso sí, con el agravante de que aquí soportamos el Céntimo Sanitario y de que nuestros transportistas tienen que competir con los que vienen de otras provincias en igualdad de condiciones y conociendo cómo está la situación…
La incertidumbre es grande, y luego contamos con el hecho de que recientemente hemos cambiado de Gobierno, con todo lo que ello supone. Ocurre que para la supervivencia del transporte en nuestra Comunidad es vital que se sigan otorgando ayudas medioambientales que “compensen” el daño que hace el céntimo sanitario, si bien es cierto que nos deben las ayudas del año 2010 y ni siquiera se ha sacado la orden para 2011.
Ciertamente estamos muy preocupados, porque de ello depende que muchos profesionales, grandes y pequeños, puedan continuar con su actividad. Esperemos que el nuevo Gobierno nos escuche y nos atienda, tal y como hizo el anterior. Pero tiene que ser rápido, ya que la situación es crítica".
- Con todo, ¿estamos llegando a un punto en que la gente ya no tiene ganas de luchar o todavía existen fuerzas para intentar salir adelante?
- "Si por algo nos caracterizamos los transportistas es porque somos muy duros. Somos capaces de soportar crisis como ésta y salir de ellas. En cualquier caso, sí es verdad que el estado de abatimiento es general. Y es que aunque el trabajo repunte algo –sobre todo en el caso de los productos relacionados con el consumo por eso del verano-, ni siquiera nos sirve para ganar dinero, sino para intentar mantenernos. El caso es que cada vez que intentamos sacar la cabeza nos encontramos con un nuevo problema, como el derivado de la crisis de los pepinos".
- Pero realmente, ¿existen soluciones para, cuanto menos, intentar revertir la situación?
- "Sí hay soluciones, pero lo primero de todo es que haya un apoyo claro y decidido al sector. Hay que concienciar a las Administraciones de ello y, claro está, a nuestros nuevos dirigentes.
Y es que el transporte tiene una gran importancia e igual que fuimos los primeros en notar la crisis, estoy convencido que igualmente vamos a ser los primeros en notar la recuperación, pues somos una parte vital dentro del entramado productivo económico de nuestro país. Pero para ello también tenemos que tener apoyo de las entidades financieras, y que no nos vean como un sector ligado únicamente a la construcción".
- ¿Cómo cree que quedará el sector, desde el punto de vista estructural, cuando pase toda esta vorágine negativa?
- "Está claro que el futuro pasa por la reestructuración del sector, por la unión de intereses, ya sea por asociaciones temporales de empresa o mediante cooperativas, porque no podemos obviar que estamos demasiado atomizados. Sólo así saldremos adelante y seremos más competitivos en Europa. También la formación tiene una gran importancia, pues únicamente los más preparados serán capaces de gestionar el futuro del transporte".