Se mire por donde se mire, el proyecto es impresentable y todo un dechado de despropósitos, tanto a nivel técnico como de mercado, de cómo funciona nuestra actividad. Sus redactores demuestran un desconocimiento total del transporte de mercancías por carretera y de las características técnicas de los vehículos con los que se realiza. Resulta que ahora, con un tráiler de cinco ejes (dos en la tractora y tres en el semirremolque) solo se podría transportar una masa máxima autorizada, MMA, de 42 toneladas. Para alcanzar las 44 sería preciso el concurso de una tractora de tres ejes con un "semi" de dos o de tres ejes. Pues bien, no existen en nuestro país tractoras con tres ejes, salvo para la actividad de multimodal o transporte especial, al igual que tampoco existen semirremolques de dos ejes.
¿Qué ocurre entonces, si el cargador decide que quiere vehículos para 44 toneladas, tal y como quedan recogidos en el proyecto de orden ministerial? La única opción posible, para cumplir con esta normativa sería tirar camiones y semirremolques (¿no vamos a llevar seis ejes en total, verdad?) a la chatarra y adquirir otros nuevos. Total, a este sector le sobra dinero para hacer unas inversiones que, en este caso, provocarían su ruina absoluta, su desaparición, y no hacemos demagogia. De un plumazo, Tráfico se "cargaría" las 44 toneladas de Cataluña, puesto que en esta CCAA, al igual que en otros Estados –no es comparable el símil, políticamente hablando- , se transportan con vehículos de cinco ejes (dos en la tractora, aunque la Generalitat ha permitido, de facto, sobrecargar el "semi").
No sería posible "igualar" la norma catalana con la nacional, si es que se pretende hacerlo como efecto "colateral". Con su proyecto (va por el segundo borrador), Tráfico ha conseguido concitar el malestar de todos los sectores de actividad del transporte, tanto de la carga general como de las especialidades. Ha creado una alarma innecesaria, reforzando la opinión general de que, antes de publicar esta serie de temerarias incongruencias, debe esperar a que se produzca una armonización previa de la normativa, por parte de la Unión Europea.
Los impactos negativos de todo tipo, no ya los económicos, sino los sociales, técnicos, operativos..., están perfectamente apuntados por los "destinatarios" de este proyecto en este mismo número, en nuestra Sección "En Portada" que animo a leer al lector. Publicamos, además, las opiniones de fabricantes de camiones y semirremolques, quienes conocen perfectamente las limitaciones técnicas de los vehículos que construyen y el sobrecoste que tendría una carga de 4 toneladas. El peso por eje es, por otra parte, tanto o más importante que el total, de forma que estamos convencidos de que Tráfico ingresaría decenas de miles de euros adicionales, si utilizara sus básculas.
La gravedad del asunto es tal que no son pocos los que piensan que se trata de un error, de un intento que no puede fructificar y que, en todo caso, antes de ponerse a redactar "cualquier cosa", es ineludible hablar con los interesados. La CETM, principal organización de empresarios de transporte del país, se ha opuesto por mil razones, pero si se empeñaran en sacar el texto, tal y como está, ni siquiera los cargadores tendrían fuerza para exigir las 44 toneladas, porque sus proveedores no se van a hacer el "harakiri". De los 4,50 metros, ni hablamos.
En otro orden de cosas, quiero llamar la atención del lector sobre el "Extra Europa" que publicamos en este número, en el que se recogen interesantes opiniones, cuyo denominador común es la llamada a la armonización y al papel que debe jugar la carretera, amén de indicadores económicos de orden práctico.