Se trata de un documento excepcional y único, que les animo a leer con detenimiento, ya que contiene información actualizada sobre la vigencia y situación de los convenios colectivos provinciales.
Con el auxilio de tablas comparativas, fruto de un arduo y concienzudo trabajo, el lector podrá consultar datos sobre los salarios de los conductores (dietas incluidas); los incrementos salariales habidos en los últimos años; una detallada información acerca de la jornada de trabajo, complementos de IT y seguros de accidente, y todo lo referente a las cláusulas de subrogación, mejoras sindicales y kilometraje, además de un epílogo con interesantes conclusiones.
El porqué de este Informe es evidente, pues no se trata sólo, como señala el presidente de la CETM, de "contar con la visión lo más fidedigna posible de la realidad" de nuestros convenios colectivos provinciales, "al objeto de conocer un poco mejor las normas, los costos y las múltiples circunstancias que afectan a nuestras empresas en función del territorio donde radican".
Lo verdaderamente importante, añade, es llegar a "reflexionar con mayor fundamento sobre cuál es la estructura de negociación colectiva que mejor se adapta a la realidad de nuestro sector..., y cuál es el papel y el protagonismo que debería asumir y que conviene otorgar al futuro III Acuerdo General", el "Convenio estatal" por el que se rige nuestro sector, pero que no contempla las condiciones económicas (salarios, dietas, pluses...) de los trabajadores, ni regula muchas otras cuestiones de las que se han venido ocupando siempre los convenios provinciales.
Como nuestros lectores podrán comprobar, las diferencias entre los diferentes convenios son, en muchos casos, brutales. En éstas influyen un cúmulo de circunstancias, desde los distintos niveles de vida entre unas y otras regiones, hasta la propia negociación con los responsables sindicales a lo largo de muchos años, hechos que a la postre, propician las mejoras que unos convenios tienen, respecto de otros.
Es lógico, normal e incluso comprensible que en esta época de crisis el empresario de transporte sondee todas las soluciones posibles para reducir sus costes de explotación. En estos tiempos, vocablos como la "rumanización" o la "deslocalización empresarial" son moneda corriente en la actividad de no pocas empresas. Pero es que también se está produciendo la denominada "deslocalización interna", es decir, la búsqueda de condiciones laborales menos gravosas dentro de nuestras propias fronteras.
Este Informe viene a "justificar" de alguna manera este comportamiento, pues muestra claramente las enormes diferencias entre convenios y provincias antes mencionadas. Desde hace años nos rasgamos las vestiduras y denunciamos abiertamente la falta de competencia "leal" entre las empresas, la bajada de precios sin límite ni freno...y la ineludible necesidad de ordenar el sector.
Pero quizás no hemos prestado la debida atención a una de las materias que afecta de forma más directa a los costes de nuestras empresas –junto con el del combustible-, cual es el capítulo del personal, de las cargas sociales. Quizás haya llegado la hora de replantear la cuestión, sin prisas pero sin pausas, de reflexionar sobre cuál debe ser la estructura de la negociación colectiva en un sector tan particular como el nuestro, en el que las empresas pueden competir más fácilmente unas con otras, en función de donde tengan su sede social.