
Ambas empresas pretenden conseguir una sociedad sostenible baja en carbono, y luchar contra el calentamiento global y la diversificación energética.
La idea es vincular ferrocarriles y automóviles, fusionando recursos de gestión y acelerando la transición hacia una sociedad baja en carbono mediante la promoción de iniciativas para fomentar el uso del hidrógeno.
Toyota ha desarrollado vehículos eléctricos de pila de combustible, Fuel Cell Electric Vehicles (FCEV), y autobuses eléctricos de pila de combustible, buses FC, que incorporan las más recientes tecnologías relacionadas con la propulsión eléctrica con base de hidrógeno y tiene experiencia en respaldar el establecimiento de una red de infraestructuras de suministro de hidrógeno, incluida la implantación de hidrogeneras. JR East, por su parte, cuenta con las tecnologías, los conocimientos y los recursos de gestión necesarios tanto para la explotación ferroviaria como para el desarrollo de estaciones de servicio y sus alrededores.