El control automático de tracción activa la tracción del eje delantero, de forma automática, con el vehículo en movimiento cuando el camión puede quedarse atascado.
La nueva función consiste en un software conectado a los sensores de velocidad de las ruedas que detecta y controla la tracción de estas. Cuando una rueda trasera empieza a derrapar, la potencia se transfiere automáticamente a las ruedas delanteras sin que el camión pierda potencia ni velocidad. Un embrague de garras activa la tracción delantera en tan solo medio segundo.
Con el control automático de tracción, el agarre de los neumáticos delanteros se concentra en la dirección justo antes de afrontar una situación de conducción complicada. De esta forma, el conductor puede aprovechar las ventajas de una mejor capacidad de maniobra el mayor tiempo posible.