
El uso de GNL permite transportar mayores cantidades de combustible y garantizar la autonomía operativa necesaria para las operaciones de largo recorrido.
El gas natural es un combustible fósil, pero puede generar un 20% menos de emisiones de CO2 que el diésel. Si se utiliza biogás, el impacto medioambiental puede reducirse hasta en un 100%.
Mientras que el biogás hasta ahora solo se produce en cantidades limitadas, existe una gran disponibilidad de gas natural a largo plazo en todo el mundo. Esta condición del gas natural, al igual que el hecho de que se ofrezca a un precio competitivo, resulta importante para lograr su expansión a gran escala. En muchos países europeos, como es el caso de España, el gas natural cuesta menos que el diésel. En los paquetes de medidas de la Comisión Europea y de los estados miembro también se incluye una estrategia de expansión de la infraestructura de GNL para garantizar un suministro energético a largo plazo en Europa
La Unión Europea introdujo en mayo una normativa por la que, a partir de 2019, se deberán declarar las cifras de CO2 de los vehículos de gran tonelaje, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2.