
Este impuesto se ha venido aplicando a los consumos del diésel, la gasolina y el gas licuado de petróleo, consistente en un recargo de 11 céntimos por litro en el caso del gasóleo, de 8´7 céntimos en el caso de la gasolina y de 12 céntimos en el caso el GLP.
En España, el céntimo sanitario fue declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por vulnerar la normativa europea en materia de tributación sobre los combustibles tras más de 11 años de vigencia y haberse recaudado más de 13.000 millones de euros.
Ante la previsión de un posible fallo en contra del Alto Tribunal europeo, el Gobierno portugués derogó dicha contribución en diciembre de 2022, incorporando su importe al impuesto sobre hidrocarburos, de modo similar a como lo resolvió el Gobierno español en el caso del céntimo sanitario.
Portugal sigue el ejemplo de España con el céntimo sanitario
Al igual que ocurrió en España, tras la resistencia inicial del Estado portugués a reembolsar la contribución declarada ilegal, han tenido que ser diversos pronunciamientos del Tribunal Arbitral luso los que han ordenado a realizar dichas devoluciones, lo que abre la posibilidad a los transportistas y otros consumidores afectados a presentar sus reclamaciones por las cantidades pagadas en los últimos cuatro años, así como a exigir los correspondientes intereses de demora.
Por ello, las empresas de transporte pueden iniciar el procedimiento administrativo ante la Autoridad Tributaria portuguesa para solicitar el reembolso de las cantidades pagadas con relación a la contribución al servicio vial declarada ilegal por la justicia europea.