Desde que arrancó la huelga general indefinida el pasado 31 de mayo, varios son los sectores que se han visto afectados. Los sindicatos la convocaron para protestar contra la reforma laboral y ha costado, sólo al transporte ferroviario, 300 millones de euros.
El problema se agrava con la celebración de la Eurocopa de Fútbol. Desde hoy y hasta el próximo 10 de julio, Francia será el país más vigilado del mundo, porque durante estos días se van a celebrar dos jornadas de protesta (23 y 28 de junio), que coincidirán con la celebración de partidos.
Los paros están provocando bloqueos en centrales nucleares, refinerías, principales puertos marítimos y plantas de basura. También ha habido manifestaciones en casi un centenar de ciudades, lo que está provocando problemas de tráfico rodado.
Se espera que el punto culminante llegue el martes, 14 de junio, día en el que se ha convocado a trabajadores y estudiantes de todo el país. Los organizadores esperan congregar la mayor movilización contra la reforma laboral y superar las cifras del primer día de huelga, cuando salieron a la calle 390.000 personas según la Gendarmería (1,2 millones, según los manifestantes).
El presidente del Gobierno, François Hollande ha señalado que “los servicios públicos estarán garantizados” durante la Eurocopa y que “el Estado tomará todas las medidas necesarias” para que el campeonato se desarrolle con normalidad, incluidos los necesarios transportes de equipos o seguidores.