Esta medida permitiría un ahorro de 20.300 millones de euros en costes generales derivados de salud pública y cambio climático, que son el beneficio estimado por los modelos econométricos de la WLGPA (Asociación Mundial de Gases Licuados) de retirar de la atmósfera más de 314 millones de toneladas métricas de CO2 y 11.000 toneladas de partículas contaminantes.

La implantación del Gas Licuado (GLP) como combustible para automoción fue uno de los temas centrales de las jornadas celebradas en Madrid la semana pasada en el 23º Congreso Mundial del Gas Licuado (organizado por WLP Gas Forum) al que el Príncipe de Asturias, Don Felipe, asistió para su inauguración.
 

 El Príncipe Felipe de Borbón durante el acto de inauguración en el 23º Congreso Mundial del Gas Licuado (AOGLP)

En un contexto Europeo en el que el transporte por carretera es responsable de cerca del 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo la utilización del GLP para automoción (autogás) puede reducir la cifra de emisión de CO2 hasta en un 44 por ciento con respecto a las energías fósiles tradicionales.

El congreso concluyó con la idea de que el GLP es la alternativa en un escenario de energías más limpias en un marco energético cada vez más sostenible y convencido de que Europa duplicará su consumo y que  España está presentando la misma tendencia. El objetivo es pasar de 32 a 66 millones de toneladas anuales en algo menos de dos décadas.

[Primera Fotografía de izquierda a derecha: Manuel Ledesma, Presidente Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo; Ramón de Luís, Presidente del NOC y José Luís Blanco, Director General de la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP)]