
Eliminar los módulos
En una mesa redonda no exenta de debate, Ovidio de la Roza, presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera, afirmó que la “supresión de los módulos debe hacerse, en su caso, de forma progresiva y afectará a las tarifas de transporte, puesto que hay muchos subcontratados”. Ramón Valdivia, director general de ASTIC, no se opone a su desaparición, “pero no debe distorsionar el mercado y hay que darle una salida de forma tranquila”. Más rotundo se mostró Marcos Montero, quien intervino como presidente del Consejo Nacional de Transportes Terrestres, al señalar que “el sistema de módulos altera el mercado y la competencia, por lo que debe eliminarse cuanto antes (en 2015 con el nuevo régimen fiscal), ya que las ventajas en cuanto a costes (autónomo-empresa) rompen la unidad de mercado”.
Por su parte, el director general de Transporte Terrestre, del Ministerio de Fomento, Joaquín del Moral, abogó por la unidad de mercado, de forma que “todo el mundo cumpla con las mismas condiciones y los módulos son un elemento distorsionador, pues concitan ventajas fiscales y mayor competitividad. Es probable que con su desaparición se reestructure el sector, pues más de un 50% tiene un solo vehículo”.
Más carga y menos costes
Esto es lo que propugna AECOC, pues el paso de 40 a 44 toneladas representaría un 16% más de carga y una reducción del 11% en los costes. Claro que los empresarios de transporte no lo ven tan fácil. De la Roza abogó por una política “homogénea en Europa en cuanto a pesos y dimensiones, y ahora no es el momento de modificar nada, ni des de el punto de vista de la inversión, ni de la oferta, ni de los problemas técnicos que conllevaría esta medida. No mantenemos una posición radical, pero no lo aceptaremos a corto plazo”. A juicio de Marcos Montero, tanto la Euroviñeta como los nuevos pesos y dimensiones “van a llegar, pero debemos ser objetivos. No podemos tener dos flotas y tampoco CCAA que lo implanten por su cuenta, pues se rompe la unidad de mercado; además, ¿para quién va a ser el ahorro del 11%, para el transportista o para el cargador?”. Montero aludió también a la existencia de otros problemas técnicos y de costes, indicando que se deben compartir riesgos y precios.
Ramón Valdivia, por su parte, estuvo de acuerdo en la falta de homogeneización en la UE: “si bien es cierto que el transporte podría ser más eficiente, hay que ver quién correrá con las repercusiones en el incremento de costes”. El representante de AECOC, Eugenio Vila, insistió en que “hay ceguera en este tema, por parte de los transportistas”.
Por último, Joaquín del Moral afirmó que cuando Fomento, Interior e Industria tengan una posición definida en este tema, se debatirá con el CNTC: “es fundamental que los cargadores quieran mayor eficiencia en el transporte, pero éste es débil y tiene gran dificultad en trasladar costes”. En una de las votaciones realizadas al respecto entre los asistentes, sólo un 37% de los mismos estarían dispuestos a repartir beneficios.
Morosidad y acción directa
Para Ovidio de la Roza la morosidad ha mejorado, pero de forma incipiente. “Es cierto -aclaró- que gran parte del problema está en las subcontrataciones, de ahí que pidiéramos la “acción directa”, porque queremos que los cargadores sepan con quién están contratando sus servicios”. En el mismo sentido intervino el presidente del Consejo Nacional. Montero dijo que el objetivo es “ir contra el deterioro de la cadena de subcontratación; no queremos que el cargador principal pague dos veces por el mismo servicio. Los mayores problemas de la morosidad y la “Acción directa” están precisamente en el deterioro de la cadena logística, que a veces lo producimos nosotros mismos”. Del Moral se mostró satisfecho con la implantación de la “acción directa” y Eugenio Vila apostilló que “lo importante es detectar a quien no paga y sacarlo del mercado”.
La Estrategia Logística de Fomento
Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructura, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento se ha referido durante su intervención al Plan de Estrategia Logística nacional presentado en Cádiz el pasado mes de noviembre.
Un plan que “recoge y compila el conjunto de estrategias y de políticas que vamos a desarrollar en el ámbito de la logística en los próximos meses y que debe ser coherente con las grandes directrices de la política europea en este sentido. Básicamente, el desafío que hemos asumido pasa por ser capaces de poner a disposición de las empresas un sistema de transportes seguro, multimodal, eficiente y sostenible”, ha afirmado
Así, la estrategia logística consta de hasta 66 actuaciones concretas que se deben acometer en los plazos lógicos para su implantación, de las que 18 de ellas son prioritarias. Y todo ello debe “ir acompañado de dotaciones económicas que permitan asumir las distintas líneas de actuación del mismo, para lo que se han previsto hasta 8.000 millones de euros”, ha asegurado Rafael Catalá.