
En un comunicado hecho público, Aetrac ha señalado ser consciente "de la delicada situación económica y de las cuentas públicas, pero la paralización de esta obra no hace más que agravar dicha situación. Las inversiones realizadas hasta la fecha, con más del 50% ejecutado, al margen de dejar decenas de pueblos afectados e inmunerables puestos de trabajo perdidos, representa cada día un coste añadido por el deterioro de dichas obras".
La asociación cántabra de transporte ha afirmado que existen multitud de razones que les hacen apoyar la petición del Gobierno de Cantabria ante el Gobierno central de que reinicie estas obras: "razones de índole social, de seguridad vial, de comunicaciones en su zona de influencia y, sobre todo, la perentoria necesidad de reactivar la actividad económica de nuestra comunidad, y que aliviaría la paupérrima situación de los transportistas de obras, entre otros colectivos".
Para los transportistas, la deuda que el Gobierno central tiene con Cantabria "va más allá de la reivindicación del reinicio de las obras de la A-8. Tenemos pendientes muchas otras, que han sido abandonadas por el anterior Ejecutivo, y que han de ser abordadas de inmediato".
Los responsables de la asociación Aetrac insisten en que el Gobierno cántabro debe continuar reivindicando "el inmediato inicio de los proyectos paralizados, petición que también se ha realizado desde diversos estamentos de la región, y confiamos que el Gobierno de la nación atienda estas justas peticiones, para que se encuentren comprometidas en los próximos Presupuestos Generales del Estado".