La facturación de los concesionarios aumentó un 8,9% respecto a 2017, cuya contribución total de negocio correspondió en un 85% al área de ventas (un punto más que en 2017), un 10% a recambios y un 5% a taller.
La posventa presenta un aumento de la facturación del 5,4%.
Este resultado presenta una tendencia en el beneficio antes de impuestos (BAI) similar al obtenido en el ejercicio 2015 (1,75%) e inferior a 2016 (1,88%) y 2017 (1,9%), esta la similitud no tiene su origen en un mismo volumen de ventas, pues en 2018 se comercializó un volumen mayor de vehículos que en los años precedentes.
El año 2018 es el primero en cinco años que no presenta un crecimiento en rentabilidad. Pese a ello, en valores absolutos, el BAI se ha incrementado un 0,52% respecto al año anterior por una mayor facturación.