Y si en el mes de enero las asociaciones sectoriales se mostraban bastante escépticas sobre el resultado de la medida, tras tres meses en funcionamiento no parecen que hayan cambiado de opinión, a tenor del escaso seguimiento que ha podido tener.
El discurso de Eugenio Mañes, secretario general de la Federación Catalana de Transportes de Barcelona (TRANSCALIT), no ha cambiado. “Si es cierto que en la última reunión que tuvimos, el propio Servicio Catalán de Tránsito nos ha facilitado una serie de datos sobre las solicitudes que han hecho las empresas al respecto y los trayectos a realizar, y lo que ahora estamos intentando es contrastar los mismos con los que disponemos desde la asociación, si bien a día de hoy todavía no hemos tenido tiempo de cotejarlos y evaluarnos. En cualquier caso, parece que la incidencia es muy escasa”, explica.
Ahora bien, “una cosa es cierta, y es que determinados cargadores, y sobre todo los que estaban detrás de la petición de introducir las 44 toneladas, sí que cumplen los acuerdos recogidos en la medida, y además de colaborar con los transportistas en la declaración de trayectos y todos los temas administrativos están incrementando el precios de acuerdo a lo transportado, aunque sea para transportes muy puntuales y trayectos muy cortos”, asegura Eugenio Mañes. No podemos obviar sin embargo, que en la mayor parte de los casos, “y con los datos que estamos manejando nosotros esa subida de precios no se está produciendo”, continúa.
Lo curioso del tema, prosigue Mañes es que “nos hemos encontrado con la sorpresa de que también hay cargadoras y empresas de transporte de fuera de Cataluña que están utilizando más la medida que las de propias de nuestra comunidad”.
Con todo, la medida parece que continuará hasta la fecha prevista, el 30 de septiembre, en tanto que además la impugnación que interpuso ante los tribunales la CETM a través del Comité Nacional de Transporte por Carretera no ha sido admitida a trámite.