
El proyecto tiene como objetivo lograr la conducción autónoma en todo el país.
K-City permitirá realizar cinco simulacros reales en una superficie de 360.000 metros cuadrados. Mediante la aplicación de los últimos avances tecnológicos, este banco de pruebas creará un entorno para vehículos autónomos y conectados para poder experimentar situaciones reales en carreteras, cruces y túneles.
También será posible recrear situaciones de riesgo, como en el caso de accidentes recurrentes, lo que contribuirá a mejorar la seguridad tanto de los conductores como de los peatones.
La tecnología V2X dotará a los vehículos de la capacidad de comunicarse con casi todo. De esta manera, le permitirá tener contacto tanto con otros automóviles como con los peatones.