Esta subasta benéfica ha sido una iniciativa de Manuel Sánchez Noriega, quien hizo posible que treinta empresas donasen los equipos subastados. Ritchie Bros también ha donado a la Asociación Niño Perdido sus ganancias procedentes de los cargos a los compradores.
Tras la subasta de la subasta se entregó un cheque con lo recaudado a los representantes de la asociación, Jesús y Miguel Ángel Mora Romero.
La subasta atrajo a 1.485 postores que adquirieron más de 2.730 lotes.