Desde enero de 2008 han desparecido unas 22.000 empresas de transporte, según señaló José María Quijano, director de relaciones con la UE de la CETM durante una jornada sobre “Aspectos financieros en el transporte de mercancías por carretera”, organizada recientemente por Aeutransmer, Asociación de cargadores y usuarios del transporte de mercancías.
En su presentación, centrada en la estructura financiera de las empresas del sector, Quijano repasó los motivos que han contribuido a esa drástica reducción en el número de empresas. Apuntó que los capitales propios de las empresas representan menos del 35% el total del pasivo, lo cual deja entrever un excesivo endeudamiento, mucho más grave todavía en las empresas pequeñas, donde ese porcentaje no llega al 19%. Con la situación precaria en la que se encuentra el sector, con unos costes fijos elevados con pagos a 30 días, frente a unos ingresos bajos por la caída de la actividad, con plazos de cobro muy largos y una creciente morosidad, unido todo esto a las dificultades para conseguir financiación o a los tipos elevados y duras condiciones en que ésta se consigue, estos niveles de endeudamiento terminan por ahogar a las empresas.
Como consecuencia de esta situación, señaló que en los últimos años, además de desaparecer muchas empresas, se está dando una alta rotación dentro de los transportistas autónomos: entran en el sector, no consiguen mantenerse económicamente, salen del sector vendiendo la empresa y entra otro en su lugar.
Frente a esta situación de precariedad en la que vive el sector, Quijano enumeró una serie de preguntas que toda empresa debería hacerse, entre las que destacaban si se habían adoptado las medidas correctoras adecuadas para mejorar la estructura del balance, si la fórmula societaria escogida (persona física, sociedad, cooperativa, etc.) era la adecuada, o si era necesario tomar medidas sobre el posicionamiento en el mercado. Sobre este último punto señaló algunas opciones, como la deslocalización, la subcontratación o la colaboración con otras empresas, la especialización en un sector o ser generalista o la zona geográfica de actuación, entre otras.
Cerró su intervención afirmando que no existen nuevas fórmulas de organización para reforzar la estructura financiera de las empresas, lo que existe es la creatividad del empresario para adaptar sus fórmulas de organización, dentro del marco de los condicionantes legales, a los requerimientos del mercado del mercado, con las implicaciones que eso conllevan sobre la revisión de su estructura económica y financiera.
¿Dónde financiarse?
Pedro Ignacio Goy, director general de Transaval se refirió en esta misma jornada a las fuentes a las que puede recurrir una empresa de transporte para obtener financiación con ciertas posibilidades de éxito, señalando las siguientes:
- Empresa Nacional de Innovación (Enisa): entidad pública dependiente del Ministerio de Industria que facilita financiación a proyectos innovadores.
- Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI): entidad pública dependiente del Ministerio de Economía que financia proyectos de I+D+i.
- Líneas ICO: Préstamos que el ICO hace a la banca y cajas de ahorros para que los presten a sus clientes. Actualmente en torno al 8% de interés.
- Sociedades de Garantía Recíproca (SGR): como Transaval, que facilitan financiación a un interés inferior al 5%.