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Sábado, 11 Enero 2025

    Dossier lubricantes: el oro que mueve el mundo

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    Con un pequeño aumento de la cifra de negocio, el sector de los lubricantes encara el futuro con cambios de tendencia, sobre todo en la automoción, inmerso en la transición energética hacia otras fuentes de energía.

    El mercado de los lubricantes en España en 2023 tuvo un mal comportamiento. Las primeras tendencias del año no eran optimistas, a juzgar por las cifras de ventas registradas en los primeros meses. Tras un inicio desalentador, en abril y mayo se producía una fuerte pérdida de mercado.

    Sin embargo, el año terminó mejor de lo que se esperaba. El comportamiento del mercado cambió en el segundo semestre, ya que comenzaron a registrarse fuertes crecimientos y continuados hasta finalizar el ejercicio.

    Según Aselube, la asociación formada por los principales fabricantes de lubricantes, con una penetración en el mercado español del 82%, el mercado de lubricantes en España cerró 2023 con 414.000 toneladas de aceites puestos en el mercado. Esto supone 3.000 toneladas más que el año anterior, lo que se traduce en un crecimiento del 0,73% del mercado de lubricantes. Una dinámica al alza que también han experimentado las empresas integradas en la asociación, con un aumento del 2,43% en sus ventas. 

    Evolución del sector de lubricantes en España

    Así, 2023 comenzaba con un volumen acumulado de 331.000 toneladas para las compañías integradas en la asociación Aselube. El punto más bajo se registró en mayo, con un total de 324.000 toneladas. Pero en el segundo semestre se fueron recuperando las ventas mes a mes, para cerrar el año con 342.000 toneladas

    En 2023, el reparto de ventas por agrupación comercial se mantuvo en una estructura similar a la registrada en años anteriores. Pese a que la actividad de industria ha ganado cierto terreno a la automoción, ésta sigue siendo la de mayor peso en el mercado, con un 42% de cuota frente al 43,1% de 2022.

    El resto de las agrupaciones comerciales (aceites de proceso, marina y aviación y grasas) no presentan grandes cambios en su cuota de participación respecto a los últimos años.

    Según Gabriel López, presidente de la comisión de estadística de Aselube, “las nuevas políticas medioambientales afectan sin duda al sector de los lubricantes, a pesar de que estos, en su fabricación, comercialización y utilización, tienen muy bajas emisiones de CO2. Hay que recordar que las empresas de lubricante realizan un negocio circular, ya que, desde 2007, a través de Sistemas Integrados de Gestión (SIGAUS en nuestro caso), y de forma mayoritaria, realiza la recogida de los aceites usados, superando los objetivos marcados por la Administración, tanto en recogida como en regeneración, traduciéndose esto en un negocio muy responsable y sostenible”.

    “A esto hay que añadir la mayor presencia de componentes reciclados en nuestros envases, sobre todo de plásticos, y en la incorporación de bases regeneradas en la formulación de los productos puestos en el mercado. Todo esto se traduce en que el sector de los lubricantes es responsable y sostenible en la comercialización de los productos necesarios para que todas y cada una de las industrias que requieren nuestros productos”.

    Los fabricantes de aceites industriales aseguran que la categorización por sectores de los lubricantes (que se divide en automoción, industria, marina y aviación, grasas y proceso) puede verse alterada a medio plazo por las nuevas políticas medioambientales de la Unión Europea. 

    Objetivos del sector de lubricantes en España

    Estas políticas buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar el uso de energías renovables, lo que puede afectar a la demanda y al tipo de lubricantes que se necesitan para cada sector de actividad, “pero las compañías que los ponen en servicio (sobre todo las que están representadas por Aselube) tienen altos estándares en el respeto de las políticas medioambientales y de reducción de emisiones. Y no sólo por la gestión y circularidad del proceso, sino por la inversión en investigación y desarrollo de lubricantes que ayuden a nuestros clientes a reducir su huella de carbono: lubricantes con bases regeneradas, Fuel ECO, que reducen el consumo de energía, más duraderos en servicio, minimizando la emisión de residuos” asegura Gabriel López.

    La automoción es la actividad que más cuota de mercado tiene para los productores de lubricantes, con un 42%

    Dentro del compromiso de Aselube con el mercado de lubricantes, se encuentra el análisis de la calidad de los productos que comercializan. Así, la asociación promueve un estudio de calidad de los lubricantes, que sirve para monitorizar el mantenimiento de los estándares correctos en los productos que llegan al usuario final, así como promover medidas que permitan mantener una calidad adecuada.

    Mediante este estudio es posible establecer una aproximación a la situación del mercado respecto a determinados parámetros de calidad. Una de las preocupaciones de los usuarios de aceites es si el etiquetado de los envases de lubricantes para automoción es veraz y cumple con la reglamentación establecida, y otra, si los productos que están en el mercado cumplen con las especificaciones técnicas que requieren los fabricantes de vehículos. 

    Estudio de calidad Aselube sobre el aceite industrial en la automoción

    Para responder a ambas preguntas, Aselube se ha apoyado en un laboratorio independiente (Intertek) para llevar a cabo un análisis de productos correspondientes a una muestra representativa del mercado.

    En concreto, se han estudiado dos productos con un elevado volumen de ventas que se dirigen a los vehículos de los consumidores finales: por un lado, aceites de motor que cumplen las especificaciones SAE 5W-30 (ACEA A3/B4) y, por otro, productos SAE 10W-40 (ACEA C3).

    Para hacer este análisis, se examinó un total de 25 envases de cada uno de los tipos de productos indicados: 13 de ellos procedían de compañías integradas en Aselube y los 12 restantes, de otras empresas que no son miembros de la asociación, para así tener una mejor representatividad del mercado español.

    El laboratorio analizó diversos parámetros sobre muestras de aceite de motor, como el etiquetado o cuestiones fisicoquímicas (viscosidad, volatilidad, metales de aditivación, etc.).

    En el primer caso, se estudió el volumen declarado en el envase y normativa en materia de etiquetado en España, también en lo que se refiere a normativa medioambiental (SIG y punto verde de Ecoembes) y de seguridad.

    En el segundo caso, se tuvieron en cuenta especificaciones ACE y SAE J300 en cuanto a viscosidad a 100ºC, viscosidad CCS (-30ºC), TBN, viscosidad HTHS, volatilidad Noack, cenizas sulfatadas y distintos metales de aditivación.

    En el estudio se destaca que las conclusiones no reflejan de manera exhaustiva el mercado de lubricantes para automoción en España. Como los fabricantes detrás de las muestras analizadas no son exactamente los mismos que en anteriores ediciones, no se pueden hacer comparativas exactas en cuanto a la evolución del mercado desde el anterior estudio. No obstante, el estudio de calidad de Aselube sí detecta cierta tendencias y avisa a las compañías para que tomen medidas correctivas en caso de apreciar que alguna muestra se encuentra fuera del límite en algún parámetro.

    El transporte pesado representa el 26% de las ventas de los fabricantes de aceites industriales, y el ligero, un 57%

    Debido a las diferentes normativas europeas que tienen como objetivo la reducción de emisiones de CO2, las empresas del sector están adoptando estrategias de descarbonización a medio y largo plazo. Esto incluye la inversión en tecnologías más sostenibles, en mejora de la eficiencia energética y la transformación de sus procesos industriales. Una de las medidas actuales que se ha demostrado eficiente para minimizar el consumo de combustible y reducir el CO2 es la reducción de la viscosidad del lubricante.

    En la última década, los lubricantes para vehículo pesado han evolucionado desde el grado 15W-40 hasta encontrar en el mercado productos grado 5W-20. Todo esto, unido a la necesidad de alargar los periodos de cambio, implica también una evolución desde productos minerales a productos sintéticos. Como ejemplo, la demanda del mercado en el grado 5w30 sintético para vehículo pesado ha aumentado de forma considerable en los últimos cuatro años. 

    Investigación de las empresas de lubricantes

    En Repsol llevan tiempo trabajando para estudiar la compatibilidad y funcionalidad de los lubricantes con los combustibles alternativos, con desarrollos específicos para biocombustibles, e-fuels, hidrógeno, metanol o amoníaco, entre otros.

    Además, desde el negocio de Lubricantes estamos continuamente desarrollando y mejorando nuestras fórmulas para dar respuesta a nuestros clientes que, de forma cada vez más activa, nos demandan soluciones sostenibles. Por eso, llevamos años avanzando en proyectos que buscan reducir las emisiones netas de C02 de nuestros productos” asegura Jorge Sánchez, responsable de lubricantes para grandes flotas de Repsol.

    En la actualidad existen en el mercado aceites lubricantes con ahorro de combustible o los llamados fuel-economy. Estos lubricantes tienen menor viscosidad y están formulados con aditivos que reducen la fricción. Usados en los vehículos adecuados, reducen el consumo de combustible y, por tanto, las emisiones de CO2.

    Repsol, junto con la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha realizado una prueba en la que, utilizando lubricantes fuel-economy, se han conseguido ahorros entre 1,8% y 3,7%, dependiendo del modelo del vehículo. 

    “Tampoco tenemos que olvidar que, aunque en valor es comparativamente muy inferior, el lubricante también tiene una determinada huella de carbono. Los próximos desarrollos que se hagan en este campo irán orientados a la reducción de esa huella en todo el ciclo de vida del producto. Desde el origen de las materias primas (mediante el uso de bases regeneradas, renovables o biodegradables), pasando por el proceso productivo hasta la optimización de la logística para suministrar a nuestros clientes” explica Jorge Sánchez. Repsol está invirtiendo en la investigación y desarrollo en el negocio de lubricantes que no sólo mejoran la eficiencia energética de los motores, sino que también tienen un menor impacto ambiental y están adaptados a los combustibles del futuro. 

    Principios de la economía circular

    • La ecoconcepción: considera los impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un producto y los integra desde su concepción

    La ecología industrial y territorial: establecimiento de un modo de organización industrial en un mismo territorio caracterizado por una gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales, energía y servicios

    La economía de la “funcionalidad”: privilegiar el uso frente a la posesión, la venta de un servicio frente a un bien

    El segundo uso: reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no se corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores

    La reutilización: volver a usar ciertos residuos y partes, que todavía pueden funcionar para la elaboración de nuevos productos

    La reparación: encontrar una segunda vida a los productos estropeados

    El reciclaje: aprovechar los materiales que se encuentran en los residuos

    La valorización: aprovechar energéticamente los residuos que no se pueden reciclar 

    Funciones de la asociación española de lubricantes Aselube

    Promover un uso correcto de los lubricantes y divulgar sus normas técnicas de calidad entre los usuarios

    Representar a sus asociados ante las distintas Administraciones (comunitaria, estatal, autonómica, local) para tratar asuntos de interés general, así como aquellos para los que se delegue en la asociación

    Promover la normalización técnica de productos, medio ambiente y estadística

    Actuar como organismo consultivo ante la Administración

    Recopilar y difundir información estadística relacionada con la producción, venta, importación, exportación y uso de los lubricantes, tanto en España como en el extranjero

    Colaborar y mantener el contacto con otras asociaciones profesionales similares, nacionales y extranjeras

    Hacer el seguimiento y difusión entre sus miembros de la normativa técnica y jurídica nacional, comunitaria e internacional que afecte a la industria de los lubricantes

    Organizar actos que contribuyan a una mejor formación sobre los lubricantes y su divulgación (cursos, seminarios, conferencias, etc.). 

    Quién es GRO

    GRO es la marca española de lubricantes, grasas y productos de mantenimiento para la automoción en general lanzada al mercado en el año 2000. Desarrolla, fabrica y comercializa lubricantes en más de 30 países y en diferentes continentes.

    El mercado de lubricantes de automoción es un mercado maduro con mucha competencia. Las principales innovaciones vienen derivadas de la sostenibilidad, y en GRO están trabajando en dos ejes:

    Desarrollo de nuevos lubricantes y grasas más responsables con el medio ambiente, que reduzcan las fricciones, aumenten la durabilidad de los materiales, permitan prolongar los cambios de fluidos y aporten una reducción de costes por kilómetro.

    Desarrollo de productos específicos para los motores (híbridos o no) propulsados por combustibles alternativos: hidrógeno, gases licuados de petróleo (GLP) o gas natural vehicular (GNV).  

    Así se gestionan 
los residuos del aceite

    La economía circular es un modelo productivo que pretende, entre otros aspectos, maximizar el aprovechamiento de los residuos para volver a incorporarlos en procesos productivos, reduciendo el consumo de materiales y limitando los impactos ambientales asociados.

    En este sentido, el régimen de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), basado en el principio de "quien contamina paga", lleva años siendo un mecanismo eficaz para asegurar la correcta gestión de distintos residuos.

    En España, un claro ejemplo es el de los aceites industriales, un producto muy utilizado en gran cantidad de sectores y que genera un residuo peligroso que, de no ser gestionado de forma adecuada, podría ser muy contaminante.

    Según los datos aportados por SIGAUS, la entidad que lleva 17 años gestionando el aceite usado en España, sólo el sector del transporte generó en 2023 cerca de 7.000 toneladas de aceites industriales usados en más de 4.000 empresas. En el conjunto de todas las actividades generadoras, se recuperaron cerca de 160.000 toneladas repartidas en 67.000 puntos, incluyendo una intensa actividad de recogida en la España rural, en zonas de montaña o de muy escasa población.

    Después de descontar el agua y los sedimentos, el aceite usado neto gestionado ascendió a 131.293 toneladas. Un 78% se destinó a regeneración, el tratamiento prioritario que permite obtener bases lubricantes aptas para la fabricación de nuevos aceites. El resto del aceite usado se trató para producir un combustible similar al fuel óleo. 

    Menos CO2

    Además de evitar su impacto ambiental, estos tratamientos aportan importantes beneficios en términos de ahorro de energía o reducción de emisiones de CO2 respecto a la obtención tradicional de estos productos (bases lubricantes y fuel óleo) a partir del refino del petróleo.

    Así, su producción a partir del aceite usado evitó en 2023 un gasto energético equivalente al consumo anual de más de 403.000 hogares, y la emisión de tanto CO2 como el producido por 331 vuelos de ida y vuelta de un Airbus 350 lleno de pasajeros de Madrid a Nueva York.

    Este modelo de éxito en la gestión de los aceites usados se traslada ahora a la gestión de los envases industriales y comerciales, muy presentes en el sector del transporte, y que a partir del 1 de enero de 2025 estarán también regulados bajo el modelo de RAP. La normativa afecta a cualquier tipo de envase, con independencia de su naturaleza, formato, material o vida útil (desde una garrafa a un bidón, un palet, una caja, un GRG o un film).

    Para ayudar a las empresas a cumplir con la nueva normativa operará en España GENCI, un sistema que parte de la experiencia de SIGAUS en un gran número de sectores profesionales, como el del transporte, para ofrecer una solución ágil y sencilla a todas las empresas afectadas, que son todas aquellas que comercializan productos envasados, incluyendo aquellas que incorporan embalajes de transporte en su distribución.       

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    Raquel Arias

    Desde 1996, intento explicar el mundo del transporte a profesionales, haciendo un poco más fácil lo de informar a expertos y no tan expertos. Es más interesante de lo que parece, pero menos fácil, también. 

    https://www.transporteprofesional.es/raquel-arias

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