
En cuanto a la prohibición de venta de coches de gasolina, diésel e híbridos 2040 en España, Zink cree que la solución no es prohibir todos los motores de combustión en 2040. Es un error teniendo en cuenta la estructura energética actual. Necesitamos trabajar en la generación de energía con fuentes renovables y para que los constructores puedan fabricar coches o sistemas de movilidad que la gente normal pueda pagar.
Tratar de solucionar el problema de las emisiones con una prohibición completa no tiene sentido. Vemos más eficaz tratar de resolverlo estableciendo objetivos razonables, como en el caso de las emisiones de CO2; y que haya una competición técnica abierta entre los fabricantes para alcanzar esos objetivos. Eso es mucho mejor que establecer prohibiciones, abordando solo una parte del problema, mientras seguimos quemando carbón en las centrales térmicas para producir electricidad. Además, ese tipo de prohibiciones guía a la industria hacia una dirección equivocada.
Para Matthias Zink las preguntas que hay que pantearse son: ¿habrá la infraestructura necesaria?, ¿tendrán esos coches un coste razonable?, ¿habrá suficientes baterías de ion litio y con un coste por kilovatio aceptable?